Desde primeras horas de la mañana el cordón policial está permitiendo la fluidez en el tránsito de vehículos al impedir el acceso de los manifestantes que se han concentrado portando chalecos reflectantes y pancartas con el lema “Para no ganar, mejor parar”, en los dos accesos al puerto algecireño, después de que no les fuese autorizada una marcha lenta de camiones, que es lo que se había solicitado, en un primer momento, al Gobierno.
Los transportistas asociados a «Plataforma» protestan por las tarifas que abonan, las colas de espera que han de soportar y por un cabotaje que, a su criterio, beneficia a los transportistas marroquíes en el caso del puerto de Algeciras, según ha señalado el portavoz del colectivo en el Campo de Gibraltar, Manuel Espinosa, quien denuncia que la media de espera para cargar un contenedor es “de entre tres y cuatro horas”.
En cuanto a los precios, señala “se está trabajando en torno a un 20 y un 30 por ciento por debajo de los costes y que se debería estar cobrando, para transportes de contenedores que superen los 200 kilómetros de distancia, a 1,48 euros el kilómetro, y se está cobrando a poco más de un euro”.
Respecto al cabotaje en este puerto, lamenta que “los compañeros de Marruecos, que vienen de Europa a Algeciras, no entran en Marruecos”, sino que “se dan la vuelta en el puerto de Algeciras. Eso no es legal. No hay control desde hace mucho tiempo”.
Esta movilización, sin embargo, no cuenta con el apoyo de la Asociación de Transportes de Contenedores Bahía de Algeciras (ATCBA), que representa a más de mil camiones de 32 empresas y autónomos del puerto de Algeciras. Su portavoz, Diego Piñel, ha asegurado que existen “vías de diálogo” y por ello, no han secundado el paro.
ATCBA se considera «el único interlocutor oficial válido ante las terminales y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) y considera que «existen intereses oucltos» a la hora de convocar el paro en Algeciras y no , en otros puertos como Valencia o Barcelona».
También el presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, calificó de “injustificados” los paros y había avisado de las “nefastas” consecuencias que podrían tener para los trabajadores, empresas, el puerto y la economía del Campo de Gibraltar.