En el año 2020, la Organización de Productores de Pesca (OPP) Armadores de Puntal del Moral instaló en uno de sus barcos un nuevo sistema destinado a paliar los efectos del arrastre en el medio marino y a minimizar los costes del carburante y disminuir la huella de carbono de su flota. Esta iniciativa consistió en la sustitución de las puertas tradicionales de la flota de arrastre por otras denominadas ‘voladoras’, debido a que no tocan fondo. Tras su implantación en 2020 en el buque “Ana Prin” y su posterior ampliación a otros tres de la OPP de diferentes calados y zonas de pesca, las conclusiones del informe técnico avalan el sistema por su capacidad de ahorrar combustible, cerca de un 20%, la disminución de la huella de carbono y su menor impacto en el fondo marino.
Tras el proyecto piloto de 2020, los tres buques de arrastre que usaron las nuevas puertas faenaron y faenan en 2021 y 2022 en aguas del golfo de Cádiz y de Portugal, principalmente del Algarve, y son representativos de los diferentes tipos de barcos asociados a la organización ayamontina: “Hermanos Alonso Moreno”, que trabaja fundamentalmente en el golfo gaditano; “Abuela Mariana”, que tiene autorización para pescar tanto en una zona como en otra; y “San Pedro do Mar”, que ejerce en aguas portuguesas.
Las conclusiones del uso de las puertas voladoras tuvieron en cuenta la heterogeneidad del esfuerzo pesquero de la flota de la OPP, con algunos barcos que salen y entran a puerto en la misma jornada y con otros que realizan mareas de varios días seguidos. Fue necesaria, en este sentido, la realización de diversas pruebas en diferentes caladeros para valorar si los resultados obtenidos en 2020 eran extensibles al resto de la flota de arrastre y a las diferentes zonas de pesca. Finalmente, se demostró que el ahorro era mayor en los barcos que faenan varios días seguidos, reduciendo el consumo de combustible en 300 litros diarios -este tipo de buques gastan alrededor de 1.800-, lo que supone, hoy, un ahorro de 225 euros al día por barco.
Pero los beneficios no sólo se limitan al bolsillo del armador, ya que el uso del nuevo sistema genera una menor exigencia para la máquina, lo que se traduce en un ahorro de combustible y la consiguiente reducción de emisiones, y disminuye de forma importante el impacto provocado por el contacto de las puertas convencionales con el lecho marino. Por otra parte, se ha comprobado que las voladoras no menguan la capacidad de captura del arte, que funciona correctamente, y permiten un mayor control de la profundidad y la posición de las puertas con respecto al aparejo, gracias a los sensores instalados en el nuevo prototipo.
La OPP Armadores Punta del Moral tiene previsto, si llega a tiempo la autorización del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, instalar las nuevas puertas en sus otros siete buques de mayor porte y, el próximo año, realizar el cambio en los otros barcos de su flota que presentan un mayor consumo de combustible.
Puertas tradicionales vs voladoras
La función de las puertas de arrastre es abrir horizontalmente la boca de la red, mantener todo el sistema de arrastre en estrecho contacto con el lecho marino y conducir a los peces hacia la red. En la mayoría de los sistemas de arrastre de fondo, son el primer punto de contacto del arte de pesca con el lecho marino. En las pesquerías se utiliza una amplia gama de diseños y tamaños/pesos. Dado su posicionamiento, las de arrastre tradicionales dependen del cizallamiento contra el suelo para extender la red. La evolución ha sido hacia elementos más eficientes e hidrodinámicos y las más medioambientalmente sostenibles, según la FAO, son las de arrastre pelágico, muy similares a las “voladoras” que ha probado la flota de Ayamonte, ya que no tocan el fondo marino.
Este proyecto cumple con muchos de los preceptos de la política pesquera comunitaria debido a su capacidad de mejorar la eficiencia energética de los buques y el cuidado del medio marino. Por ello, se enmarca en las acciones del Plan de Producción y Comercialización de la OPP80 que son subvencionables con fondos europeos, en este caso gestionados por la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.