La Comisión Europea ha aprobado un plan irlandés de 80 millones de euros para ayudar a los propietarios de arrastreros afectados por la salida del Reino Unido de la Unión Europea a abandonar el sector pesquero, lo que le permite activar el desguace voluntario de parte de su flota pesquera.
Para esta medida se incluyen 60 millones en pagos directos, a los que se suman otros 20 (haciendo el total de 80 millones) para un paquete de medidas fiscales con las que apoyar a los armadores que decidan solicitar dejar el sector.
Para poder optar a la subvención, que se calculará en función del tonelaje bruto del buque pesquero, los armadores no sólo tendrán que dejar de pescar, sino también renunciar a su licencia y desguazar sus barcos. Todos los arrastreros que cumplan los requisitos recibirán también una subvención vinculada a sus capturas anteriores, por un valor de hasta 8.400 euros por tonelada, pero se ponderará a favor de los que hayan pescado en poblaciones sometidas a poca presión.
El plan estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023 y las ayudas se concederán a los propietarios de buques registrados en Irlanda en forma de subvención directa para compensarles por el cese de sus actividades pesqueras.