La Asociación de Transitarios del Puerto Bahía de Algeciras ha vuelto a denunciar la situación que se vive en el Punto de Control Fronterizo, el antiguo PIF, por el colapso que – por enésima vez – se viene produciendo a la hora del despacho de las mercancías. Se trata de un mal endémico e histórico como consecuencia de ser el único país de la Unión Europea que realiza los controles sanitarios en frontera.
Manuel Cózar, presidente de ATEIA, afirma que «este problema hay que atajarlo de forma inmediata, porque se volverán a desviar tráficos, con lo que eso supone para la economía del país».
La falta de personal de manera periódica por diversas causas, la necesidad imperiosa de unificar plataformas entre los diversos ministerios que intervienen, para reducir procesos y protocolos, l carencia de medios y sobrecargas de trabajo, por los continuas modificaciones y cambios normativos que van surgiendo en los controles fitosanitarios y el sistema de contratación y gestión de plazas son, algunos de los problemas que afectan al PIF y que ocasionan que se esté creando una competencia desleal entre territorios y puertos.
A esto también se suma, la carencia de apoyos a la contratación de los trabajadores interinos con el mantenimiento de una bolsa que evite los problemas puntuales de congestión.
ATEIA-Bahía de Algeciras habla incluso de «falta de previsión para disponer de los elementos necesarios para absorber los crecimientos de tráficos de Marruecos». «Esta larga lista de reivindicaciones históricas de nuestro colectivo, se quedan en buenas palabras por parte de la Administración, que se mantiene en la inacción», ha asegurado Cózar quien insiste en que «el sentimiento generado de desamparo en nuestro tejido empresarial, incide directamente en los clientes y por lo tanto en sus decisiones de dirigir sus tráficos hacia otros puertos, ocasionando un daño colateral terrible como es la volatilidad y falta de un asentamiento y estabilidad en los flujos de las navieras de contenedores».
A todo esto, el crecimiento de los tráficos rodados de Marruecos, provoca un problema añadido que potencia el colapso, por lo que, si el Gobierno no toma medidas urgentes, como asunto de interés general del Estado, los transitarios algecireños no descartan llevar a cabo algún tipo de iniciativa que frene el grave perjuicio causado a sus empresas y a la economía del país.