El Gobierno de Gibraltar ha acordado la concesión de un nuevo contrato de arrendamiento de las instalaciones del astillero a Balaena Propco Limited, que forma parte del grupo de empresas Balaena Limited, que ha adquirido la empresa Gibdock.
El grupo Balena es una empresa de servicios públicos marítimos con sede en el Reino Unido, propiedad de Simon Gillett, un empresario británico afincado en el Reino Unido.
En el nuevo contrato de arrendamiento se incluyen protecciones contra el cambio de control que no estaban previstas en el contrato anterior, cumpliéndose así, tres de los compromisos del Manifiesto 2019 del Gobierno de GSLP y el Partido Liberal que consistían en renegociar el contrato de arrendamiento para que el astillero se explote de manera que no suponga un peligro para la salud de las zonas circundantes; para que el Gobierno pueda garantizar que el astillero cumple adecuada y plenamente las normas medioambientales más estrictas. Lo que también se garantiza con la inclusión de otro Indicador Clave de Rendimiento (KPI) que exige el cumplimiento de tres certificaciones ISO definidas y la aplicación de la legislación gibraltareña pertinente sobre contaminación y protección del medio ambiente. Además, también hay un compromiso de KPI con las mejores prácticas del sector y la introducción de la mejor tecnología disponible; y para que haya una transición a la electricidad suministrada por la red terrestre (motores del buque apagados). Esto tendrá que ser proporcionado en un plazo de tres años según las obligaciones de arrendamiento.
El nuevo contrato de arrendamiento se ha firmado tras meses de conversaciones entre Balaena y el Gobierno e incluye indicadores clave de rendimiento medioambiental, operativo y financiero, algunos de los cuales son totalmente nuevos y otros se han trasladado desde el contrato anterior y se han actualizado, como un número mínimo exigido de empleados residentes en Gibraltar.
En particular, ya no estarán permitidos los trabajos ruidosos fuera del horario de 08:00 a 20:00 horas, por lo que los trabajos, fuera de esas horas, ahorasólo se permitirán sobre la base de una licencia de exención que se concederá para los trabajos de los buques de la Royal Navy o para aquellos que el Gobierno acepte que son urgentes. Así, el ruido se convertirá en una excepción indeseada y no en una norma constante e ingrata.
Además, hay otros términos del nuevo contrato que también son sensibles a los planes de crecimiento de Balaena, ya que el Gobierno quiere dar a la empresa las mayores perspectivas de éxito.
El Gobierno de Gibraltar considera importante, en este momento, mantener el astillero operativo y proporcionar un elemento continuo de diversificación a la economía de Gibraltar, por lo que comenzará inmediatamente a trabajar en estrecha colaboración con Balaena para explorar la viabilidad de construir un carril de acceso a través del astillero que conectaría Queensway Road con Rosia Road.