La plataforma ciudadana «Salvemos Rinconcillo» ha vuelto a denunciar la situación que vive la Marisma del río Palmones, una vez conocido el informa realizado por la bióloga, María del Carmen Fajardo Arcos, miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareño y directiva de la Sociedad Gaditana de Historia Natural. Este texto demuestra a las claras la biodiversidad y riqueza del espacio protegido Paraje Natural Marismas del Palmones, amenazado por la difracción lateral de las mareas que venimos denunciando y por el que ha convocado una protesta, mediante una cadena humana, el próximo 5 de junio (Día Mundial del Medio Ambiente).
Según el documento, en el año 2014 se amplió este Paraje protegido desde 1989, con la inclusión del cordón dunar, de las 55 hectáreas iniciales a 113 hectáreas. Lo primero que se protegieron fueron las marismas. La única marisma mareal del mediterráneo andaluz y lo que queda de la amplia extensión marismal de antes del desarrollo industrial del arco de la Bahía. Esos territorios, que parecen improductivos, se revelan como uno de los principales sumideros de CO2 , tan cruciales frente al Cambio Climático. No solo almacenan y secuestran ese CO2 como Carbono Azul, sino que, por sus características, se convierten en zona de desove de muchos peces y hábitat de moluscos, como la almeja de Palmones, Venerupis decussata.
En las zonas más profundas de estas marismas quedan praderas de Zostera; en zonas más superficiales están las espartinas y sarcocornias, plantas resistentes al medio salobre y, en sus límites, los juncos y siemprevivas. Por su situación es zona de paso de muchas aves migratorias, aguiluchos, águilas calzada y culebrera, milano negro. Sus fangos intermareales propician la presencia de flamencos, espátulas y limícolas. Estas marismas corren un elevado riesgo de desaparecer con la subida del nivel del mar. Desde el 2013 el mar sube 4´5 mm cada año y ese ritmo se verá incrementado, como nos avisan desde el IPCC.
El cordón dunar del Rinconcillo es la salvaguarda de ellas y está siendo desmantelado por la alteración de la hidrodinámica marina, afectada por el rompeolas del Puerto. Cuando en el 2014 se protegen estas dunas no se hace solo porque estabilizan las marismas, sino por su elevada biodiversidad. Poseen una elevada riqueza florística, plantas adaptadas a los arenales, algunas vulnerables y todas defensoras de la erosión frente a los vientos y los temporales. Seguro que algunas de esas especies de alto valor, citadas en el BOJA del 13-01-2014, ya se perdieron. También variedad de invertebrados. En ese BOJA, las dunas del Rinconcillo se describen como “un importante complejo dunar que toma altura hacia el interior formando crestas elevadas separadas por depresiones o corrales interdunares, depresiones interdunares temporalmente encharcadas, criaderos de anfibios, sapos, ranitas de San Antón y gallipatos”. Este enclave destaca hoy por ser lugar de nidificación de una limícola emblemática, el chorlitejo patinegro.
El informe de la bióloga asegura que en el estuario se encuentran lenguados, doradas, anguilas, salmonetes, herreras, tembladeras y hasta el caballito de mar. Además, las marismas también son visitadas por el águila pescadora, el cernícalo común y el ratonero. Es zona de reproducción de la gaviota patiamarilla y hasta 2009 de calamones, polluelas, patos y
cigüeñas. Entre los reptiles están la lagartija colirroja, el eslizón ibérico y la culebrilla ciega. Entre los mamíferos, la comadreja, conejo, erizo, ratas de agua, ratón de campo, musarañas, meloncillo y, ocasionalmente, la nutria. Todos estos son datos del BOJA del 2014. Ese encharcamiento es, por supuesto, de agua dulce, como indica esa fauna, donde también nidifican, en las dunas, la cigüeñuela, las fochas y el calamón.