Ecologistas han alertado de la grave modificación que supone la extracción de áridos del litoral linense con el perjuicio para el paisaje y flora de la zona. En concreto la franja afectada comprende, aproximadamente, desde el puerto pesquero de La Atunara hasta la playa de Sobrevela. Además, se ha podido comprobar que se están vertiendo cantos rodados a modo de carril en la misma zona donde de está moviendo gran cantidad de arena.
El sistema dunar se basa en acumulaciones de arena fijada por la acción de la vegetación justo detrás de las playas, un ecosistema muy característico de la costa linense, pero muy frágil y sensible a la acción humana, según los ecologistas. La presencia de bañistas y visitantes de las playas que las pisan y las dañan, la acumulación de residuos, la limpieza de la playa con maquinaria y la urbanización de la primera línea de costa ponen en grave peligro las especies que viven allí y que de alguna manera da uso, zona de descanso o alimentación.
Los conservacionistas insisten en que estas deberían estar señalizadas o cerradas con vallas para evitar que las personas y los perros entren y así conseguir recuperarlas y preservarlas al máximo.
Estas dunas tienen una importancia vital para el equilibrio ecológico y la biodiversidad y porque favorecen la calidad visual del paisaje, ayudan a la formación de las lagunas deltaicas, tan importantes para la flora y la fauna.