La compañía Endesa ha comunicado al mercado los resultados obtenidos en el primer trimestre de 2022, un periodo marcado fuertemente por el deterioro del escenario macroeconómico y los altos precios de las materias primas y, singularmente, del gas (un 350% más caro en promedio que en el primer trimestre de 2021). Como consecuencia, y siguiendo la tendencia de la segunda mitad de 2021, los precios en los mercados mayoristas de electricidad han alcanzado un promedio de 229 euros en España, 232 euros en Francia, 249 euros en Italia o 238 euros en Reino Unido entre enero y marzo. Pese a todo ello, y al impacto que esta coyuntura ha tenido en los resultados del trimestre, Endesa mantiene sus previsiones para el conjunto de 2022 comunicadas al mercado: beneficio bruto de explotación (ebitda) de 4.100 millones y beneficio ordinario neto de 1.800 millones.
En cuanto a las principales magnitudes financieras, la compañía ha registrado un descenso del 10% en el ebitda, hasta 914 millones. Sin tener en cuenta los extraordinarios anotados en el primer trimestre de 2021, esencialmente los 188 millones procedentes de una sentencia judicial relativa a derechos de CO2, el ebitda crecería un 10%. Por su parte, el beneficio ordinario neto se ha situado en 338 millones, un 31% inferior al del mismo periodo de 2021. Sin tener en cuenta el resultado extraordinario de la sentencia del CO2 del año pasado, crecería un 14%.
Endesa tenía, a final de marzo, el 100% de su energía propia (nuclear, hidroeléctrica y renovable no regulada) vendida para este año, y el 82% ya para 2023.
Modelo innovador en Portugal y éxito comercial
En cuanto a otras magnitudes operativas relevantes, cabe destacar cómo la compañía tiene ya en operación o ejecución el 90% de la nueva potencia renovable prevista para este año, así como el 70% para 2023. En concreto, Endesa tiene en ejecución 2.000MW de potencia renovable (la mitad del objetivo contenido en el plan estratégico 2022-2024) y cuenta con 8.000MW de potencia en un avanzado estado de tramitación administrativa. Todo ello en España y Portugal.
En este primer trimestre se han registrado además dos hitos relevantes en cuanto a nueva capacidad renovable en Portugal, que configuran un modelo innovador que la empresa acometerá en el país vecino. El primero, la adjudicación del concurso de transición justa de Pego, el primero de este tipo que se ha desarrollado en la península ibérica, mediante el que Endesa acometerá una inversión de 600 millones para levantar 365MW fotovoltaicos, 264MW eólicos y 168MW de baterías, junto a un electrolizador de 500kW para producir hidrógeno verde. Todo ello para aprovechar parte de la capacidad de conexión a la red eléctrica tras el cierre de la planta de carbón de Pego el pasado noviembre. El segundo hito es el primer proyecto de fotovoltaica flotante de Endesa para instalar 43,5MW en el embalse luso de Alto Rabagão, hibridados con 48MW eólicos y 48MW de baterías.
También destaca en el trimestre la sobresaliente evolución de la actividad comercial cara a cliente minorista, con un alza del 13% en la cartera de clientes en el mercado liberalizado hasta 6,4 millones en España y Portugal, en relación al primer trimestre de 2021. En cuanto a los puntos de recarga de vehículos eléctricos, crecen el 36% hasta 10.200 a final del trimestre, incluyendo públicos y privados, comparando con el mismo trimestre de 2021.
Otras magnitudes financieras
La compleja coyuntura de los mercados de las materias primas, unida a un incremento de las partidas regulatorias pendientes de cobro, han afectado negativamente al capital circulante necesario para financiar las operaciones de la compañía. Ello ha situado en negativo el flujo de caja de las operaciones en 476 millones.
La cobertura de este flujo de caja negativo, el desembolso de las inversiones en el periodo por 533 millones y el pago de dividendos por 529 millones sustentan el alza de la deuda neta hasta 10.334 millones a final del trimestre.
El coste del pasivo se sitúa en cualquier caso en su mínimo histórico, el 1%, medio punto por debajo del reportado a final de 2021. Y el porcentaje de deuda ligada a criterios de sostenibilidad sube cinco puntos, hasta el 65%, en relación al cierre del pasado año.