El Puerto de Las Palmas se ha convertido en el centro de cría de charranes comunes en Gran Canaria. Tras una etapa próxima a su desaparición, el programa de cría, que comenzó en 2014 con la instalación de plataformas flotantes para la cría en las dársenas portuarias (proyecto del Cabildo de Gran Canaria, con la colaboración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y la Armada), ha multiplicado por diez su población.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, explica que “la recuperación de charranes es de las iniciativas medioambientales más interesantes que desarrollamos en el Puerto”, que también incluyen el control periódico de la calidad del agua y sus ecosistemas, la prevención y alerta temprana de vertidos, ahorro energético, descarbonización mediante la electrificación de muelles, granja de algas experimental para la captación de CO2, etcétera.
Esta temporada de cría ha logrado una treintena de parejas reproductoras, con una estimación estadística de cien crías que saldrán adelante hasta la edad adulta. “Estas cifras suponen multiplicar por diez la situación original de 2011”, señala el coordinador del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, Pascual Calbuig.
El departamento de Medio Ambiente del Cabildo había detectado en 2011 que el charrán común (‘sterna hirundo’) había casi desaparecido de Gran Canaria. Sólo había constancia de cinco parejas reproductoras, tres de ellas en la bahía de Las Palmas. Inició entonces el diseño de acciones para su recuperación que, tres años después, se concretó en la instalación de una plataforma flotante con picón (elemento imprescindible para que esta especie anide) en aguas de la Base Naval del Puerto de Las Palmas.
Aquella experiencia hizo posible que una pareja de charranes comunes bajo seguimiento, que cada año intentaba criar en la Base Naval, se instalara en ella a los pocos días, generando además varias puestas. Esta actuación contó con la colaboración de la Armada Española.
El éxito animó al Cabildo a estudiar la colocación de otras plataformas en lugares apropiados para la cría. La APLP hizo suyo el proyecto como parte de sus objetivos de sostenibilidad y cuidado de la biodiversidad del espacio portuario. En los años sucesivos se colocaron otras tres plataformas en diversas dársenas del Puerto de Las Palmas hasta completar las cuatro de la actualidad: Base Naval, duque de Alba del Reina Sofía, muelle Santa Catalina y muelle Juan Sebastián Elcano.
Biodiversidad portuaria
Una de las claves del éxito en la recuperación de los charranes comunes es la limpieza de las aguas del Puerto de Las Palmas y el cuidado de la biodiversidad de la bahía. Estas dos circunstancias permiten a los charranes encontrar alimento y condiciones óptimas de salubridad. Cabe recordar que los Premios Salvamento Marítimo 2020 reconocieron la estrategia de prevención y control de la contaminación marina de la APLP con el accésit al Premio a la Mejor Contribución al ODS 14 (Objetivo de Desarrollo Sostenible) de la ONU.
Además, las plataformas flotantes aíslan las anidadas de la injerencia de la actividad portuaria, así como de otros animales terrestres (perros, gatos y ratas, principalmente).
Los charranes comunes son aves muy territoriales cuando están en nidificando, por lo que este aislamiento sobre las aguas de las dársenas del Puerto de Las Palmas da tranquilidad y mejora la estadística de supervivencia durante la cría y evita ataques a los trabajadores portuarios que puedan operar cerca de uno de sus nidos.
Durante el invierno, un gran número de ejemplares de charrán patinegro encuentra acomodo en la bahía de Las Palmas. Llegada la primavera, los patinegro migran hacia el norte y son sustituidos por los charranes comunes, que son los que se quedarán a criar en las plataformas instaladas en nuestro puerto antes de continuar viaje hacia el sur por la costa africana.