El Puerto de Barcelona será, este año, el puerto base de algunos de los cruceros más eficientes y modernos de la flota mundial actual, unos barcos que incorporan las últimas tecnologías en el ámbito de la sostenibilidad ambiental. La previsión de escalas de cruceros del 2022 es de unas 800 y el 53% de ellas de cruceros de menos de 10 años de antigüedad.
Concretamente, este año atracarán en los muelles del puerto catalán una docena de barcos que han empezado a navegar este mismo año, como son: el Wonder of the Seas, de Royal Caribbean; el Seabourn Venture de Carnival Cruise Line o los cruceros MSC Seascape y MSC World Europa de MSC Cruises, entre otros.
A pesar de la crisis sanitaria causada por el Covid, el Puerto de Barcelona recupera la confianza de todas las navieras de crucero y añade dos más: Virgin Voyages que se estrenará en Barcelona el próximo mes de mayo con 23 escalas confirmadas, y Ritz-Carlton Yacht Collection, marca de lujo que empezará a operar este año.
El Puerto de Barcelona y su Comunidad Portuaria de Cruceros (consignatarios, terminales, provisionistas, entre otros) está presente, un año más, en la feria Seatrade Cruise Global 2022, el principal acontecimiento mundial de la industria de cruceros que se celebra en Miami del 25 al 28 de abril. Como en años anteriores, el Port comparte stand con las terminales de Creuers del Port de Barcelona y Carnival, presentando conjuntamente los servicios que Barcelona ofrece para el tráfico de cruceros.
El plan de electrificación de muelles que permitirá a la infraestructura catalana reducir un 38% las toneladas de NOx y CO2 emitidas por los barcos durante su estancia en puerto. El objetivo es que en 2030 el Puerto de Barcelona tenga electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, el muelle Prat, y las terminales de ferris de la dársena de Sant Bertran y el muelle de Costa.
La dársena barcelonesa también potencia las bonificaciones ambientales, dirigidas a los armadores, con el objetivo de promover la mejora de los barcos en términos de eficiencia y reducción de las emisiones a la atmósfera y atraer al puerto las embarcaciones más limpias y menos contaminantes, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire en todo el entorno portuario y de la ciudad.