Navantia ha entregado este jueves a la Real Marina Saudí la primera de las cinco corbetas construidas en sus astilleros de la Bahía de Cádiz, en un acto celebrado en las instalaciones la Base Naval de La Carraca, en San Fernando.
La corbeta AL-JUBAIL ha sido entregada a la Marina saudí tres años después del corte de su primera chapa (enero de 2019) y después de haber superado con éxito las pruebas de mar realizadas en aguas de la Bahía de Cádiz durante los últimos meses. En ellas se ha comprobado el buen funcionamiento tanto de la plataforma como de los distintos sistemas, con el objetivo de demostrar el cumplimiento de los requisitos especificados en el contrato del buque.
El acto se ha desarrollado conforme al protocolo militar. La Comisión Mixta de Inspección (formada por miembros de la Real Marina Saudí y de Navantia) ha subido a bordo de la corbeta para realizar la preceptiva revisión. A su término se ha procedido al izado de la bandera del buque, tras lo que la Marina Saudí ha transferido el mando de la corbeta al comandante de AL-JUBAIL. El presidente de Navantia ha entregado al Vicealmirante Al-Ghofaily la campana del buque como regalo institucional.
EL PROGRAMA AVANTE 2200
La corbeta AL-JUBAIL tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y es capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje. El contrato para la construcción de cinco corbetas entró en vigor en noviembre de 2018 y, desde que se procedió a la botadura de esta primera unidad (en julio de 2020), Navantia ha botado ya las cinco unidades con una cadencia de cuatro meses entre cada una de ellas, lo que supone lograr este hito en un tiempo récord de tres años.
Las corbetas están basadas en el diseño AVANTE 2200, adaptadas a los requerimientos de Arabia Saudí, ofreciendo prestaciones avanzadas, un excelente comportamiento en el mar, alta capacidad de supervivencia y capacidad de operación a temperaturas extremas.
De forma paralela, alrededor de 500 tripulantes de estas corbetas completarán el proceso de formación y capacitación en el Navantia Training Centre (NTC) en San Fernando.
Además del contrato de corbetas, Navantia acordó con SAMI (Saudi Arabian Military Industries) la creación de una joint venture en Arabia Saudí, una alianza que permite a Navantia posicionar sus sistemas integrados y soluciones tecnológicamente avanzadas en el mercado árabe y área de influencia, y está alineada con la estrategia de internacionalización de la compañía.
El contrato supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas, 6.000 empleos durante cinco años. De estos, más de 1.100 son empleados directos, más de 1.800 empleados de industria colaboradora (participan más de un centenar de empresas) y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores.
El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
También incluye el suministro de varios servicios, tales como apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah.