El refuerzo de la interconexión con Marruecos mediante un tercer circuito deriva en un mayor flujo de intercambio entre el sistema español y marroquí, va a significar que España va a seguir importando energía procedente de las Centrales Térmicas de Carbón. Así lo exponen, al menos, los ecologistas de Verdemar, que lamenta que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto demográfico no haya tenido en cuenta sus alegaciones al proyecto de red Eléctrica de España (REE).
Según los conservacionistas, «España importó desde Marruecos 1.053 GWh en 2019, desde que se puso en marcha la Central Térmica de Carbón de Safi, de 1,4 Gw de potencia», ya que «los dos cables submarinos de interconexión ya existentes entre España y Marruecos por el Estrecho de Gibraltar servían de manera casi exclusiva para exportar los excedentes de electricidad renovable del sur de España a Marruecos y ahora servirá para importar energía eléctrica procedente de la nuevas Centrales Térmicas de Carbón de Jarada, de 350 MW, de Safi, de 1.400 MW».
Para Verdemar Ecologistas en Acción, las importaciones por España de electricidad desde Marruecos se deben a que «el coste de generación con carbón en Marruecos es artificialmente bajo, porque no paga el coste real de la fuerte contaminación de CO2 y que la electricidad importada desde Marruecos no está sujeta al sistema europeo de Derechos de Emisión de CO2 (ETS), lo que constituye una competencia desleal».
Por otra parte, los ecologistas consideran que «esas conexiones no están bien diseñadas, ya que las roturas del cable entre España y Marruecos, constituida por dos líneas de 400KV denominadas ESMA1 y 2, han provocado continuos vertidos en El Estrecho de Gibraltar». «Estas líneas están compuestas por 7 cables (3×2 de interconexión y uno de reserva) refrigerados con fluido de aislamiento tipo PETRELAB 550, desde la estación de Tarifa a la estación terminal de Fardioua (Marruecos) y en los últimos años, no se ha parado de dosificar aceites refrigerantes por la rotura de estos cables», añade verdemar en un comunicado en el que añaden que, «aunque el aceite PETRELAB 550 no es un producto con una toxicidad alta y es biodegradable, es un producto hidrófobo, que no se disuelve ni se mezcla con el agua (por eso es «un aceite»), y no deja de ser un derivado del petróleo y de tener un anillo bencénico que puede producir una afección en el medio, que se debería cuando menos, evaluar».
Los ecologistas insisten en que «nunca se evaluó el impacto del cable de Tarifa, innecesario para lograr los objetivos climáticos». Verdemar se ha opuesto, además, a la Red de transporte de energía eléctrica en España , al carácter singular de la interconexión eléctrica del nuevo enlace submarino de transporte de energía eléctrica de 132 kV doble circuito, «Península-Ceuta», solicitado por Red Eléctrica de España S.A.U., entre las subestaciones eléctricas Puente Mayorga, San Roque (Cádiz) y Virgen de África (Ceuta), a la Red de conexiones con la subestación del Pinar del Rey y al tercer cable que unirá Tarifa con Marruecos.
La conexión de La Línea-Ceuta saldría con torres de Alta Tensión desde la subestación del Pinar del Rey (San Roque, Cádiz), conectaría con otra subestación de nueva construcción en Los Portichuelos (La Línea de la Concepción, Cádiz) de 40.000 m2, rompería el término municipal en dos, hasta cruzar el Estrecho de Gibraltar hasta Ceuta, incumpliendo normativas ambientales, según Verdemar.