La guerra de Ucrania ha agravado el encarecimiento de los combustibles, lo que ha provocado el parón del sector pesquero entre otros, al decidir la mayoría de las flotas del país, amarrar forzosamente, como consecuencia del alto coste del combustible, lo que impide a armadores y pescadores que salgan las cuentas. Las consecuencias de esta situación ya se aprecian en los mercados de abastos donde el pescado empieza a escasear, debido a que el pescado que llega de Marruecos es insuficiente para atender la demanda.
Esta postura del sector coincide con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea que tratará, el próximo lunes, a propuesta de España, la queja del sector pesquero afectado por la subida del precio del gasóleo. La intención es, «establecer una respuesta coordinada de alcance comunitario», según la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz.
En dicho encuentro, España pedirá la puesta en marcha de medidas contempladas en el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca para “proporcionar apoyo” y garantizar así el mantenimiento de la actividad de la flota.
Además, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se ha comprometido a estudiar, de forma inmediata, la reducción de las tasas portuarias y la subrogación de los pagos a la Seguridad Social. Las partes han vuelto a citarse a un nuevo encuentro el próximo lunes, el día 21, para cuando se espera la intervención directa del ministro, Luís Planas.
La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores ha abierto una consulta a las flotas con la intención de evaluar si, a la luz de estos datos, es conveniente o no posponer el amarre planteado ante la falta de rentabilidad en el sector, ha confirmado el presidente de la entidad, Basilio Otero, mientras, el sector pesquero ha creado una mesa común de la que ha salido una queja ante el ministerio de pesca por el modelo de gestión del recurso pesquero en el Golfo de Cádiz, según ha confirmado, José María Gallart, presidente de los armadores andaluces.