El betún de altas prestaciones de Cepsa, un producto piloto e innovador en España elaborado por la división de Asfaltos de la compañía, ha sido seleccionado por la Junta de Andalucía como el material para la fabricación de un asfalto sostenible para las carreteras de la Comunidad Autónoma. Este producto, desarrollado de forma pionera por Cepsa, ya se ha empleado para la fabricación de los asfaltos que se han utilizado de forma experimental y con muy buenos resultados en algunas vías, como en la A-4026 (Granada).
El producto utilizado en esta mezcla asfáltica ha sido el betún Flexodur BM3b PMB 45/80-60, un ligante (material que cohesiona la mezcla) modificado únicamente con polvo de neumático fuera de vida útil, lo que permite potenciar la economía circular al reutilizar un material destinado a ser descartado y catalogado como residuos. Por otra parte, el material final obtenido por Cepsa, no solo es más sostenible, sino que la investigación realizada también ha permitido incrementar su homogeneidad y estabilidad de almacenamiento, así como lograr una excelente manejabilidad durante la obra. En definitiva, su comportamiento frente al tráfico mejora las prestaciones habituales, ya que presenta una gran elasticidad, siendo además muy resistente a las deformaciones y a la fatiga.
La decisión de seleccionar el betún de altas prestaciones de Cepsa está enmarcada dentro del proyecto desarrollado por la Junta de Andalucía junto con la Universidad de Granada para la producción de mezclas asfálticas MASAI (Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes) y la obtención de asfaltos sostenibles y económicamente competitivos, capaces de ser utilizados de forma habitual en la construcción y conservación de carreteras.
Esta tendencia lleva años desarrollándose en Cepsa, por ejemplo, con el proyecto de Ecoasfaltos, desarrollado por el Centro de Investigación de Cepsa y la Universidad de Granada, y financiado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), en el que se trabajó en el diseño de mezclas bituminosas (mezclas de productos asfálticos) de baja temperatura con sólidos de difícil gestión ambiental de las refinerías y plantas químicas de la compañía.
De esta forma, el proyecto, que tuvo una duración de dos años, ya reflejaba el compromiso de Cepsa por apostar por la innovación como método para incrementar la economía circular en sus procesos y productos, incorporando en todo su sistema productivo materiales procedentes de su actividad que de otra forma quedarían fuera de uso.