Los precios de los combustibles marinos llevan desde finales de 2021 en clara tendencia ascendente, durante el mes de febrero de este año se acercaron a sus máximos históricos, antes incluso del inicio de la invasión de Ucrania por Rusia. Pero, desde el pasado 24 de febrero, día del comienzo de dicha invasión, y según datos recopilados por el portal especializado shipandbunker.com, en los 20 puertos con mayor suministro de combustibles marinos del mundo, el HFO ha repuntado un 21,3% (hasta los 724 dólares por tonelada, $/t), el VLSFO un 27,5% (987 $/t) y el MGO un 30,5% (1.180 $/t) en promedio.
El anterior precio máximo para el VLSFO registrado por shipandbunker.com en dichos 20 puertos fue de 693,50 $/t, el 8 de enero de 2020, en plena transición a los nuevos combustibles con menor contenido en azufre, tras la entrada en vigor de la norma IMO 2020. Anteriormente, el fueloil pesado convencional había alcanzado máximos de 746 $/t en marzo de 2012 y alrededor de 750 $/t en julio de 2008, coincidiendo con máximos históricos del precio del crudo.
Según el informe más reciente de Clarksons, si se repercutiera en el flete, un aumento de 250 $/t en el combustible para un granelero que transporte mineral de hierro en la ruta Brasil-China, por ejemplo, equivaldría a unos 5 $/t adicionales (actualmente están en torno a 24 $/t). Ese mismo aumento para un VLCC en la ruta entre Oriente Medio y China supondría un encarecimiento de los costes de combustible de 14.000 dólares diarios.
En el caso de los operadores de líneas regulares de portacontenedores, el sobreprecio de los combustibles se traslada a los cargadores a través de un instrumento denominado BAF (Bunker Adjustment Factor). Los BAF anunciados por los operadores para el segundo trimestre de 2022 muestran fuertes incrementos que además pueden ser todavía mayores mediante recargos de emergencia.
También está creciendo el diferencial entre VLSFO y HSFO, por lo que están aumentando las primas para los buques equipados con depuradores de gases de exhaustación (scrubbers), que suponen alrededor de un 25% de la flota mundial en tonelaje. A 8 de marzo shipandbunker.com sitúa dicho diferencial en 263 $/t, el mayor desde finales de enero de 2020. Según Clarksons, a principios de 2021, la prima de ingresos para un VLCC equipado con dicha tecnología era de alrededor de 4.500 $/día. Actualmente, estas cifras están en torno a unos 13.000 $/día. Además, el aumento de los costes de combustible puede afectar a las velocidades de operación de los buques, incentivando aún más la navegación lenta.
Pero no solo han aumentado los precios de los combustibles ‘convencionales’. El gas natural licuado se ha encarecido un 95% desde el inicio del año y alcanza los 2.500 $/t en el puerto de Róterdam (Países Bajos), lo que comparando sobre una base energética equivalente, es más del doble que el VLSFO.