El Ministerio de Cultura y Deporte ha incoado la declaración como Bien de Interés Cultural a «La Farola», el faro histórico malagueño que durante más de 200 años servido de ayuda a la navegación para los barcos que llegaban a Málaga. Según el informe de la Real Academia de la Historia, posee un carácter emblemático en su función y arquitectura en el marco urbano de Málaga, al menos desde hace 200 años. Por eso merece ser protegido como uno de los elementos destacados del patrimonio cultural de la capital de la Costa del Sol.
El informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando destaca el alto valor del monumento dentro de la historia de los faros españoles. Destaca no solo su antigüedad y el haber sido proyectado por el brigadier de la Armada, ingeniero naval y director del Puerto de Málaga, Joaquín María Pery y Guzmán, sino también pertenecer históricamente al corto número de faros de reverbero existentes en España con luz giratoria en 1847.
La construcción del edificio debía estar bien adecuada para el fin de sustentar en alto una linterna giratoria, sobre la punta o morro de Levante, y había de tener 120 pies de altitud. El aparato óptico tenía 21 platillos de reverberos distribuidos en tres caras que giraban en un periodo de un minuto de duración. Los 20 segundos primeros eran de una luz muy viva y los restantes de oscuridad. A partir de esa primera solución técnica, se buscaron otras para actualizar su mecanismo de encendido.
Por lo tanto, vistos los informes y los antecedentes reunidos en el expediente, el Ministerio de Cultura y Deporte ha considerado manifiesto que constituye un bien integrante del patrimonio histórico español, de interés histórico, artístico y técnico, valores culturales suficientes para su declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.