Esta semana han comenzado las obras por la adecuación del camino de ronda de la zona del Cabo Salou que se encuentran dentro de los terrenos propiedad de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT). Las tareas que se están llevando a cabo estos primeros días son de derribo de los elementos antiguos, como vallas o muros, que serán reemplazados en las próximas semanas. En esta primera intervención, realizada en la parte de camino de ronda, se desmontará la primera valla que delimita el camino y que está totalmente degradada por el paso del tiempo.
Los palos de hormigón y malla de que cuenta esta valla será el primer elemento en cambiar en una intervención que continuará una vez comenzado el año nuevo. Con una inversión de 86.000 euros (IVA excluido) y uno y un plazo de ejecución de 2 meses, estas obras forman parte de las acciones que el Puerto de Tarragona realiza en el marco de las políticas de Puerto Ciudad con los municipios en los que el Puerto desarrolla su actividad. La actuación que ahora comienza mejorará los 1,250 kilómetros de itinerario del litoral de la Costa Dorada.
Con esta inversión la APT pone en valor un espacio natural incluido dentro de su dominio que permitirá facilitar los paseos por el camino de ronda del Cabo de Salou de forma segura
Con esta inversión la APT pone en valor un espacio natural incluido dentro de su dominio que permitirá facilitar los paseos por el camino de ronda del Cabo de Salou de forma segura, desde de la Batería de La Atalaya, vestigio de la Guerra Civil, cerca de la calle Glorieta Cabo de Salou hasta la calle Vaporet, en el límite con la Pineda (Vila-seca). Una mejora en todas las zonas Las obras de adecuación del Camino de Ronda se realizarán, principalmente, en tres zonas del Cabo de Salou: la primera parte, más cercana al interior Cap Salou, una zona boscosa donde el desnivel es mayor; en segundo lugar, en el paso por la zona alta del antiguo frente de voladura de la cantera y, en tercer lugar y último, el tramo entre la cantera y el espacio adyacente a la playa de la Pineda (Villa-Seca).
En la primera zona, donde la cota es más elevada y la vegetación es suficientemente espesa para delimitar el paso de los peatones, se colocará un tramo de barandilla de madera para habilitar 2 miradores y se instalarán carteles de advertencia de peligro de caída en puntos concretos del recorrido cercanos al acantilado. La zona alta de la cantera ya se encuentra protegida frente a caídas fortuitas, sin embargo reforzarán varios puntos que puedan representar peligro. Y, además, se colocarán diferentes tramos de barandilla de madera a modo de mirador en 5 puntos del recorrido que transcurre por la parte alta de la cantera. Una vez pasado el tramo de la cantera, la zona presenta un vial pavimentado. En este tramo se acondicionará un nuevo camino entre este vial y el límite de la propiedad de la APT. Para abrir este nuevo camino, se desbrozará el terreno en forma de un trazado sinuoso e imitando los caminos naturales, procurando minimizar el impacto en la vegetación ya existente.
El nuevo paso se cerrará lateralmente con una valla paralela siguiendo el límite que marca el vial destinado al paso de vehículos de servicio del Puerto. Por último, se abrirá un acceso público a la valla ya existente en el inicio del camino a la calle del Vaporet (Salou) que se protegerá con pilones para que los vehículos no puedan estacionar, asegurando el libre acceso al Camino de Ronda.
En el año 2014, el Puerto de Tarragona ya llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Salou por acondicionar otro espacio de dominio portuario, en la zona del Faro de Salou, para que se pudiera integrar en el recorrido histórico y natural del Camino de Ronda y como un nuevo activo importante de la ruta. La obra representó la apertura del recinto del mirador de Cap Salou en todo el público, en un recorrido de 300 metros de camino, así como garantizar la total accesibilidad para que los visitantes puedan disfrutar del entorno y las vistas privilegiadas. La obra consistió en la construcción de un recorrido peatonal, con un estudio previo de preservación de la vegetación autóctona y la orografía de los acantilados.
La recuperación de los caminos de ronda devuelve la posibilidad de pasear por el litoral por puntos que antiguamente eran utilizados para la vigilancia de la costa, por contrabandistas o por pescadores. Estos caminos cumplían funciones básicas como comunicar las distintas poblaciones, playas y calas del litoral, advertir de los peligros procedentes del mar y acceder a sitios aislados, como faros o fortificaciones. El nombre de “camino de ronda” se popularizó durante el siglo XIX y XX, sobre todo porque era el camino que utilizaban los carabineros y guardia civil para hacer “la ronda” y controlar las actividades ilegales de contrabando que se realizaban en la costa. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que los caminos de ronda fueron considerados como espacios turísticos.
Hoy en día, los caminos de ronda se han convertido en un recurso turístico con gran capacidad de atracción de visitantes y turistas. La contemplación del paisaje litoral, la aproximación a la vegetación y la fauna, el descubrimiento de las formas caprichosas de la costa en contacto con el mar, los paseos tranquilos sintiendo las ondas picando en las rocas, los acantilados y los pasos elevados… contribuyen hacer de los caminos de ronda una oferta de senderos sin igual para públicos sensibles con la calidad del entorno y la preservación del paisaje.