La empresa MedTug Valencia ha presentado a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) una solicitud de licencia de Amarre que está siendo actualmente analizada y que podría resolverse en las próximas semanas. Este hecho plantea preocupación e inquietud en una buena parte de la Comunidad Portuaria de Valencia especialmente en la empresa titular de la licencia de amarre en este puerto Amarradores del Puerto de Valencia, SL, desde 1988. Esta sociedad bajo diferentes figuras jurídicas viene prestando el servicio desde el año 1946. La preocupación para los trabajadores surge tras conocer los estrechos vínculos de esta compañía con el grupo Naviero MSC MedTug Valencia que se constituyó en Septiembre de este año 2021, con el mismo domicilio y responsables que MSC.
Todo ello genera una importante inquietud entre los trabajadores del sector por la enorme desproporción de magnitudes existentes entre MSC y Amarradores de Valencia y por qué el Grupo MSC y sus alianzas mueven prácticamente el 60% del tráfico que opera en el Puerto de Valencia, lo que implicará sin duda concentración de servicios y que supone en la práctica una grave amenaza a la libre y justa competencia y a la libre prestación del servicio.
Esta situación, según los trabajadores, amenazará gravemente la equitativa y justa competencia que debe existir entre operadores de la misma actividad, al romper el equilibrio que se debe dar entre esas empresas y que se basa en la presentación de la mejor oferta de servicio y precio. Se rompe, igualmente, el orden de mercado tradicionalmente existente en los puertos entre los diferentes prestadores de servicios. Esta situación ni tan siquiera se produce en los puertos más grandes de Europa como son Rotterdam o Amberes, donde sólo existe un prestador del servicio. La experiencia en los pocos puertos europeos, en los que existen varios prestadores muestra que se ha visto mermada la calidad del servicio, precarizándose los puestos de trabajo, poniendo en riesgo la seguridad de las operaciones marítimas, y derivando finalmente en un verdadero monopolio.
Esta desproporcionada competencia se ejercería por una empresa que tiene estrechos vínculos con la compañía MSC, con la cual, la sociedad ha mantenido, desde los inicios de su actividad en Valencia, los servicios de amarre con la máxima eficacia y competitividad. Por ello la decisión, es difícil de entender y justificar, según los trabajadores.
Para los amarradores valencianos, se debe considerar la amenaza que esta situación generará para el equilibrio portuario y de las empresas particularmente consignatarias y estibadoras, a quienes les será prestado el servicio de amarre, no por una empresa independiente, sino por una empresa del mismo sector pero que controla la mayor parte del tráfico marítimo local. Así, cualquier consignatario o estibador local tendrá derecho a encontrarse incomodo e intranquilo.