El sector pesquero ha tachado de inflexible la actitud del comisario europeo de Pesca, Océanos y Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, en la negociación de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas de pesca establecidos para 2022 que ha finalizado esta mañana en Bruselas. De acuerdo con la Confederación Española de Pesca (Cepesca), el resultado del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca “sume a las empresas del sector en una crisis de rentabilidad, con la consiguiente destrucción de empleo”. Cepesca entiende que la Comisión Europea ha demostrado falta de sensibilidad con los pescadores en una coyuntura complicada por la crisis sanitaria y la subida de los costes de explotación y logística.
Según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “el resultado es, sin paliativos, un duro golpe para la pesca española. Resulta paradójico que la Comisión Europea defienda el carácter esencial de nuestra actividad, pero a la hora de tomar decisiones políticas que afectan a nuestro día a día demuestre que la institución está muy alejada de la realidad del sector y no reconozca el papel estratégico que éste tiene en la Unión Europea. La doctrina ambientalista que actualmente dirige esta Comisión –añade Garat–, y a la que desde el sector pesquero contribuimos proactivamente con numerosos proyectos e iniciativas, no puede sacrificar a las empresas y a los trabajadores responsables de proveer un alimento imprescindible en una dieta saludable y con la menor huella de carbono en su producción”.
En el caso del Mediterráneo, Cepesca lamenta que Sinkevicius no haya reconocido los esfuerzos que el sector pesquero ha realizado en los últimos años y no se haya tenido en cuenta su solicitud de no reducir ni un día más de pesca en 2022, sin antes valorar los efectos de las medidas implementadas durante los últimos dos años –entre ellas, una reducción del 20% del esfuerzo pesquero– en el marco del Plan Plurianual de Pesca en el Mediterráneo Occidental. En este sentido, alerta de la puesta en riesgo de 17.000 puestos de trabajo, a causa de la reducción adicional de un 6% de los días de pesca en 2022 para las flotas de arrastre, el establecimiento de un esfuerzo pesquero máximo para el palangre de fondo, así como un límite máximo de capturas de 872 toneladas para la gamba roja, medida nueva para especies de fondo en el Mediterráneo y que provocará muchas complicaciones en la gestión pesquera del día a día.
Asimismo, el sector muestra su frustración por la reducción de las posibilidades de pesca en las poblaciones del Atlántico en aguas ibéricas, en especies de gran interés comercial, como la merluza sur, a pesar de la suavización del recorte propuesto inicialmente del 18% al 8%, así como del 15% al 5%, en el caso del lenguado; del 16% al 5%, en el de la cigala del Golfo de Cádiz, o el mantenimiento de la cuota de abadejo.
No obstante, y a pesar del resultado, Cepesca agradece al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la defensa realizada de los intereses de la flota española, en especial en lo que se refiere a las medidas relacionadas con el Mediterráneo, aprobadas con el voto en contra de España. Asimismo, la patronal manifiesta su agradecimiento a Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y a Rosa Quintana, consejera del Mar de la Xunta de Galicia por su apoyo expreso al sector pesquero con su presencia en Bruselas.