El Propeller Club de Sevilla ha llevado a cabo, en los salones del Club Náutico, el homenaje a dos grandes figuras del Puerto de Sevilla, al que se sumó la comunidad logística y portuaria del Guadalquivir. El acto no pudo celebrarse en 2020 por la situación sanitaria.
En cuanto al primero de los galardonados, el veterano Roberto Echevarría Reyes, historia viviente de los muelles, fue consignatario de buques durante más de cuarenta años, lo cual le venía de familia portuaria. Además, también fue cónsul de Finlandia y diplomático de primer orden en la capital. Ambas trayectorias son seguidas por su hijo, Roberto. En otro orden, es hermano mayor vitalicio y figura clave de la Hermandad de las Cigarreras, además de fundador de la primera banda de música propia de palio de Sevilla. Enamorado de la mar y ría del Guadalquivir, ha circunnavegado el mundo en crucero en varias etapas. Incluso tuvo varias embarcaciones de recreo propias, muy asiduas de Chipiona (Cádiz).
Sobre José Antonio Gascó Moncada, director de la Terminal Marítima del Guadalquivir en la capital de Andalucía desde hace más de treinta años, por sus venas corre sangre marinera, aunque hace tiempo que cambió los catres por las oficinas. Procedente de una familia industrial que participó en la construcción de la mismísima plaza de España, él siempre quiso navegar, a cuyo oficio se entregó durante quince años. Puso marcha la primera terminal de contenedores del Puerto de Sevilla, siendo una pieza clave para su compañía y la institución pública, en su relación con las islas Canarias. A pesar de ello, sus mayores logros son sus hijas, Alba y Mar, cuyos nombres evocan su pasión. Precisamente, una de estas últimas fue la encargada de recoger el galardón en su nombre, por encontrarse el premiado de viaje.
Los premios «Estela», que el Propeller Club Sevilla concede en cada cena de Navidad de sus socios, pretenden reconocer la trayectoria profesional y humana de personas vinculadas al entorno logístico y portuario de Sevilla.