La pasada semana se presentó en dos foros especializados llevados a cabo en Andalucía SNAPQUIVIR (‘Ciencia para la naturaleza y la sociedad destinada a una gestión ecosistémica del estuario del Guadalquivir’), un proyecto liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) cuyo objetivo principal es crear un marco de análisis y apoyo a la toma de decisiones para lograr una gestión equilibrada, utilizando análisis sociales y modelos que impliquen a todos los sectores que conviven en torno al estuario del Guadalquivir.
En los últimos años el estuario del rio Guadalquivir está siendo foco de atención debido a las problemáticas ambientales a las que se enfrenta. “Entre otras encontramos un excesivo nivel de turbidez, problemas de contaminación o una pesca furtiva que viene siendo un problema recurrente en la zona que nunca se ha conseguido solucionar”, explica Marcos Llope, científico del Centro Oceanográfico de Cádiz del IEO-CSIC e investigador principal del proyecto. “Todo ello afecta negativamente a la calidad ambiental del estuario y ejemplos actuales como el colapso del sistema ecológico del Mar Menor hacen urgente una actuación que invierta este proceso”, apunta el científico.
El estuario del Guadalquivir está reconocido por científicos, conservacionistas y pescadores como un ecosistema altamente productivo. Esto se debe a que el encuentro del agua dulce procedente del río con el agua salada del Atlántico, junto con las características físicas del estuario, propicia un entorno perfecto para la cría y correcto desarrollo de gran parte de las especies que habitan el golfo de Cádiz. Entre ellas, encontramos algunas especies comerciales con un alto valor gastronómico, cultural y económico como el boquerón o el langostino.
Además de la actividad pesquera que se realiza en la reserva de la desembocadura del Guadalquivir, el estuario da soporte a muchas otras actividades. En este sentido, el sistema social existente alrededor del estuario del Guadalquivir y el golfo de Cádiz es realmente complejo, ya que en él coexisten multitud de sectores con actividades e intereses diferenciados entre sí: como son la pesca, la agricultura, la navegación, la investigación, la acuicultura o la conservación, entre otros.
Una de las novedades de SNAPQUIVIR radica en su apuesta por la inclusión de todos los sectores dentro de la gestión del ecosistema, asegurando de esta manera el acuerdo con las medidas de gestión y procurando armonizar así la convivencia de estas actividades que son un pilar básico de la economía de la zona. Como primer paso dentro del proyecto, los investigadores ya están llevando a cabo un análisis de las redes sociales existentes entre las diferentes organizaciones, estudiando el tipo de relación que las une o separa, así como su percepción acerca de las problemáticas existentes en el estuario. “Hasta el momento, la acogida del proyecto por parte de todos los sectores ha sido realmente buena, lo que da un punto de partida muy positivo al proyecto”, explica Alfredo García de Vinuesa, científico también del IEO en Cádiz.
En este proyecto participan también otras entidades de investigación andaluzas como las universidades de Cádiz y Sevilla. Además, cuenta con la colaboración del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) de la Junta de Andalucía y expertos internacionales pertenecientes a las universidades de Estocolmo y Washington o el Marine Institute de Irlanda.