La décimo primera edición del International Cruise Summit, celebrada en los últimos días, en Madrid, ha tenido la sostenibilidad como foco de atención de navieras y puertos, pero también los desafíos a los que se están enfrentando durante el reinicio completo de su actividad.
El evento se ha desarrollado de forma presencial con el aforo completo, muestra de las buenas perspectivas hacia el futuro que prevén tanto las navieras como los puertos, no en vano el próximo año entrarán en servicio más de 30 barcos de crucero.
Los puertos también tendrán que instalar infraestructuras para poder suministrar este combustible a los barcos
El sector, que se encontraba en pleno auge antes de la pandemia, ha venido recuperando la actividad poco a poco desde agosto de 2020, pero con más intensidad desde el verano 2021, y espera tener en funcionamiento a finales de año aproximadamente el 80% de la flota. La mayoría de las navieras se ha inclinado por aceptar solo pasajeros vacunados a bordo, que de todas formas deben pasar un test covid-19 antes de embarcar, medidas que están apoyadas por el 90% de los pasajeros, según una encuesta realizada por Cruise Critic a principios de mes. Pese a esas estrictas medidas, el sector todavía sufre restricciones específicas, como en Italia, donde cualquier viajero que llegue por tierra o aire tiene libertad de movimiento, pero si llega en crucero, solo puede visitar las ciudades en excursiones burbuja. Esta restricción supone actualmente un freno para muchos pasajeros, que siguen posponiendo sus viajes en espera de su levantamiento.
Otro desafío al que se enfrenta el sector es la destrucción durante la pandemia de miles de puestos de trabajo necesarios para su actividad, como conductores de autobús, guías turísticos, e incluso el cierre de pequeños turoperadores y negocios locales. Además, las compañías de cruceros no solo sufrieron enormes dificultades para enviar a casa a sus tripulantes durante el periodo más duro de confinamiento, sino que ahora les resulta difícil reclutar personal por las restricciones a bordo que imponen los protocolos, según los cuales, la tripulación ya no puede bajar del barco en las escalas y muchas de las instalaciones que tenían a su disposición en el barco, como el gimnasio de tripulantes o similar, no están operativas.
Durante el ICS 2021, se presentaron varias nuevas navieras y se abordaron temas como la recuperación de los destinos y el futuro del sector, en los que la palabra más repetida fue “sostenibilidad”. Los puertos tienen grandes desafíos por delante para crear infraestructuras que permitan la conexión eléctrica de los barcos a tierra cuando están en puerto para que puedan apagar sus motores. Por otra parte, el Gas Natural Licuado avanza con fuerza como combustible alternativo al fueloil, consiguiendo una reducción del 100% de emisiones de óxidos de azufre y un 30% en CO2, por lo que los puertos también tendrán que instalar infraestructuras para poder suministrar este combustible a los barcos.
La industria de cruceros se ha comprometido a ser neutra en carbono en 2050, y en ese sentido, será fundamental avanzar en el uso de fuentes de energía todavía más limpias como el hidrogeno y optimizar todos los consumos a bordo, tanto en iluminación como aire acondicionado, cocinas, y por supuesto, en propulsión.
Finalmente, las navieras están realizando un esfuerzo adicional para apoyar a las agencias de viajes, invirtiendo en marketing para espolear la demanda y organizando famtrips para que conozcan de primera mano la seguridad de los protocolos en vigor. Es por ello que las navieras ya observan una fuerte demanda de cruceros en 2022 y 2023.