Capitanía Marítima ha abierto expediente sancionador contra Greenpeace por la acción de protesta que llevó a cabo el pasado 26 de octubre en el Puerto de Sagunto, donde entró a bordo del barco ‘Esperanza’ para exigir el fin de los combustibles fósiles e impidió la entrada del buque gasero ‘Merchant’, procedente de Estados Unidos. El bloqueo del buque cargado de gas ha llevado a la empresa a desviar un segundo barco que también iba a atracar en Sagunto a Cartagena, «en previsión de que pudiera haber algún otro conflicto».
El presidente de la Autoridad Portuaria, que ha querido agradecer el trabajo y la «delicadeza» del trabajo de la plantilla de Sagunto para hacer frente a una «situación compleja», ha señalado con la protesta, Greenpeace «lo único que se ha conseguido es desviar el tráfico» pero «el balance de la cantidad de gas que entrará en España va a ser el mismo», con lo que las consecuencias a nivel global serán prácticamente «nulas».
Asimismo ha celebrado que «afortunadamente» el gas haya llegado al país, aunque sea a través del puerto de Cartagena, porque «con el déficit de gas que hay ahora en España, solo faltaba que se bloquearan los puertos de España y tuviéramos un problema de suministro», ha dicho.
En este sentido, Martínez ha explicado que el cierre del gasoducto del Magreb supone aproximadamente el 11% de gas recibido por España, que son alrededor de 34 buques metaneros, un gas que tendrá que ser suplido por las regasificadoras del Mediterráneo y Huelva, lo que implica que metaneros que vengan en sustitución tendrán que recabar en algunos de estos puertos y «previsiblemente aumentarán cantidades recibidas».
De hecho, según los expertos «los metaneros ya están todos contratados y hay una sobrecarga tremenda de demanda que puede afectar a los costes del gas», ha apuntado Martínez.