El puerto de Alicante ha culminado otra de las grandes inversiones dirigidas a fomentar la integración del puerto con la ciudad, la ampliación del parque del Mar, que, momentos antes de su apertura al público, recibía la visita del Presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, acompañado del Presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert García.
Ambos presidentes han realizado un recorrido a pie por la franja de terrenos portuarios que se sumarán al ya conocido Parque del Mar, desarrollado en 2010, y que en total supondrán unos 55.000 metros cuadrados de espacios verdes, con numerosas especies de arbolado y arbustivas, y de ocio y paseo, con zonas de juego, conjuntos de aparatos biosaludables, así como láminas de agua, que invitan al descanso y la relajación.
Al pie de este mirador se encuentra un nido de ametralladoras construido en la guerra civil, que ha sido restaurado y puesto en valor, como patrimonio histórico de la ciudad. Frente a la construcción defensiva, una lámina de agua recuerda donde se ubicaba la línea de costa que protegía, y que desapareció con la ampliación de la zona portuaria.
Esta obra ha supuesto una inversión superior a 1,3 millones de euros, cuya finalidad es única y exclusivamente el uso y disfrute de los ciudadanos, y supone un gran acontecimiento para la ciudad, al unir peatonalmente toda la fachada litoral de Alicante.
Junto al camino central, se ha dispuesto un recorrido de cauces de agua regenerada, en movimiento, que se unen a dos fuentes de juegos de agua, una de ellas situada junto al edificio de Casa Mediterráneo. En la zona de confluencia con la actividad portuaria, hay elevaciones del terreno que ofrecerán una vista más agradable del puerto a los vecinos, con un paisaje fresco y frondoso, con caminos que se entrecruzan con el pasaje central, para hacer más ameno el paseo.
La que fue la primera línea de ferrocarril en unir el levante con la capital de España, en el año 1858, tenía su entrada al puerto por donde ahora transcurre el paseo, por lo cual se ha mantenido un pequeño fragmento de las vías, para mantener vivo el recuerdo de aquella época.