El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce, ha asegurado «suscribir en su totalidad» la denuncia pública realizada por el sindicato mayoritario en el sector de la estiba, Coordinadora, acerca del perjuicio que las políticas de carbono de la UE podría tener sobre los puertos españoles de la costa mediterránea y en concreto sobre el devastador impacto económico que pueden causar sobre el puerto de Algeciras como consecuencia de la proximidad de un puerto en alza como TángerMed.
«Hay que ser conscientes y poner en valor el transbordo, porque no está suficientemente puesto en valor, ni en el ámbito nacional, ni en el europeo y no podemos olvidar que representa conectividad»
Landaluce afirma que «este asunto ya se ha venido denunciando en otros foros nacionales y europeos, porque no es un problema sólo de Algeciras, sino de todos, por lo que estamos trabajando en la presentación de las alegaciones correspondientes». «Debemos actuar de forma conjunta y coordinada, desde los propios cargadores, hasta los transitarios y las terminales, ya que se trata de proteger el medioambiente pero con racionalidad, porque en una distancia de 14 kilómetros es prácticamente el mismo», en clara alusión a la distancia que separa a través del Estrecho de Gibraltar, los puertos de Algeciras y TángerMed.
El presidente de la APBA considera que «hay que ser conscientes y poner en valor el transbordo, porque no está suficientemente puesto en valor, ni en el ámbito nacional, ni en el europeo y no podemos olvidar que representa conectividad». «Si no tenemos conectividad, no hay competitividad y no se pueden realizar las políticas de desarrollo portuario», añade Landaluce.
Sobre las cifras aportadas por Coordinadora, en referencia a una posible pérdida por parte de la Comunidad Portuaria de Algeciras, de un volumen de negocio directo anual de casi 300 millones de euros debido a la aplicación de estas medidas, lo que haría inviable el mantenimiento de, al menos, una de las dos terminales de contenedores generando la pérdida de 4.200 empleos, Landaluce ha señalado que «se ha puesto en jaque la competitividad del transbordo por la cercanía de Tánger, pero esta situación afecta también a Valencia, que tiene una actividad de transbordo del 55 %, a Barcelona que tiene un 20 % y al resto de puertos europeos que tienen volúmenes importantes de este tipo de tráficos, como pueden ser Malta o Giogia Tauro». Por tanto, dice Landaluce, «no es un problema exclusivo de Algeciras, aunque nosotros lo suframos, muy directamente».
«Bruselas debe entender que el transbordo es un factor importantísimo en el aseguramiento de la cadena logística y lo hemos vivido en la época de pandemia, en la que ha sido vital tener controladas y apoyadas las cadenas de suministros, lo que nos lleva a pedir una reflexión para que la Comisión Europea proteja cadenas seguras, lo que debe llevar a apoyar y proteger a los puertos de transbordo como elementos nodales estratégicos frente a terceros países que no tienen los mismos intereses comerciales que la Unión Europea», ha apostillado Landaluce.