El Puerto de Barcelona ha reordenado el acceso de vehículos y peatones al muelle Adossat, con el objetivo de agilizar la entrada y salida de vehículos y garantizar que el paso de los peatones por el puesto de control, se realiza con las máximas condiciones de seguridad.
Las obras, que han entrado en servicio este verano, han consistido en reubicar la caseta de control existente hasta ahora 100 metros más al sur, justo después de la terminal B, e incorporar una segunda caseta de control para hacer más ágil el paso de vehículos y personas por este punto. También se ha modificado la rotonda que distribuye el tráfico de entrada al muelle, que ahora tiene 25 metros de diámetro, y se han rediseñado los viales que salen de aquí hacia las cinco terminales de pasajeros (A, B, C, D y E), así como también el tráfico pesado hacia las otras instalaciones existentes en el muelle Adossat. Finalmente, se ha incorporado un carril segregado de acceso a las terminales A y B para agilizar el tráfico en momentos de máxima demanda.
Todo el proyecto, con un presupuesto de 1,2 millones de euros y que ha comportado la reorganización de los aparcamientos adyacentes, ha sido diseñado para facilitar el paso de los vehículos pesados y de gran envergadura que circulan por esta área: autobuses y camiones. Así, para permitir el rápido acceso de los transportes especiales que llegan regularmente, la señalización existente en los viales de salida es fácilmente desmontable. Finalmente, se ha adaptado también todo el sistema de alumbrado, señalización y control de esta área.
La nueva configuración ha tenido en todo momento el objetivo de garantizar el acceso seguro de los peatones que se trasladan a pie entre las terminales de pasajeros y la ciudad de Barcelona a través del puente Puerta de Europa. Aparte de contar con cómodas aceras que conectan el puesto de control con las terminales, el nuevo acceso facilita que el paso de las personas por las casitas de control se realice con la máxima seguridad.