El buque de investigación «Ramón Margalef» del Instituto Español de Oceanografía (IEO) viaja ya hacia la isla de La Palma, con el objetivo de reforzar los equipos de investigación que trabajan en la zona y sumar sus equipos al estudio del impacto de la llegada al mar de la colada de lava.
Los científicos del IEO-CSIC, en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME, CSIC), estudiarán la llegada al mar de la colada volcánica y obtendrán muestras del fondo marino, de agua y de organismos para tener una imagen completa del funcionamiento del sistema volcánico de La Palma y evaluar los efectos de la llegada de la lava en el ecosistema marino.
Por otro lado, se estudiará la posible existencia de focos de emisión bajo el agua que pudieran emitir gases o lava. Para ello, en primer lugar, mediante el uso de ecosondas, se realizarán cartografías de muy alta resolución para identificar y caracterizar estructuras asociadas a procesos activos y analizar la deformación sobre la morfología del terreno. Y en segundo lugar, se realizará un estudio de las propiedades físico-químicas del agua para detectar anomalías y la posible existencia de flujos hidrotermales o magmáticos.
En campañas previas del buque, los investigadores obtuvieron importante información de la zona submarina
A las labores de investigación del buque ‘Ramón Margalef’, se incorporará el científico Eugenio Fraile, del IEO y que participa desde hace días en el Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA).
En 2018, en el marco del proyecto para el seguimiento de la actividad volcánica submarina en Canarias que lleva a cabo el IEO desde hace 10 años, y debido a la reactivación sísmica detectada en esas fechas en La Palma, los científicos, a bordo del buque Ángeles Alvariño, llevaron a cabo una campaña de investigación al oeste y sur de la isla con el objetivo de detectar emisiones submarinas o signos de actividad volcánica en el fondo.
Las cartografías de alta resolución obtenidas entonces, junto a la detallada caracterización de los parámetros físico-químicos del agua y el fondo marino que se realizó, permitirán ahora comparar los resultados y detectar con mucha precisión cambios en la morfología del terreno y anomalías en las propiedades del agua.
El equipo científico, compuesto por oceanógrafos y geólogos marinos del IEO, cuenta con una larga experiencia en el seguimiento de la actividad volcánica submarina en Canarias. Desde la erupción submarina de El Hierro hace 10 años, han liderado más de 30 campañas oceanográficas, decenas de proyectos nacionales e internacionales y han publicado cerca de 50 artículos científicos especializados en ambientes volcánicos submarinos.