El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha iniciado una nueva campaña de evaluación científica de los recursos pesqueros y caracterización del medio en la plataforma continental de Galicia y Cornisa Cantábrica, Demersales 2021. Los trabajos se realizarán en cinco sectores entre las desembocaduras de los ríos Miño y Bidasoa a bordo del buque oceanográfico Miguel Oliver, que zarpará hoy del puerto de Vigo para concluir el 23 de octubre en Santander.
Los estudios planificados permitirán obtener datos de los patrones de distribución espacial e índices de abundancia de la fauna bentónica y demersal, además de la caracterización hidrográfica y sedimentológica de la zona, y su influencia sobre las especies identificadas.
Esta campaña multidisciplinar combina muestreo por arrastre de fondo para la evaluación de las especies de peces, crustáceos y cefalópodos, la toma de datos y muestras biológicas mediante dragas de sedimento para la caracterización de fondos, y el uso de batisondas CTD para obtener datos de la columna de agua. Además, se realizarán estudios de alimentación de las distintas especies, censo de aves y su relación con las especies descartadas, recogida de muestras biológicas para estudios de contaminación, marcado de tiburones y rayas, o el seguimiento de los arrecifes artificiales del Cantábrico, entre otros estudios.
Esta edición de la campaña Demersales se une a la serie histórica que se realiza desde 1983 para la evaluación de los recursos pesqueros en la plataforma norte de la Península Ibérica. La continuidad de este tipo de investigación es fundamental en la Unión Europea (UE) para la correcta gestión pesquera y medioambiental. Con su desarrollo se cumple con los compromisos adquiridos por nuestro país en el ámbito del Programa Nacional de Recopilación de Datos Básicos del Sector Pesquero.
La campaña Demersales se desarrolla en coordinación con el Instituto Español de Oceanografía, que ostenta la dirección científica de la misma. El MAPA facilita el uso y equipamiento de los barcos al personal investigador, y se pone a disposición de los científicos el instrumento más adecuado para los fines específicos de cada campaña, mientras se intenta conseguir la optimización de los recursos en beneficio del mejor conocimiento científico posible y la mejor gestión pesquera.