Una y otra vez, vemos que los derrames de petróleo en el mar ocurren con demasiada frecuencia durante las operaciones de abastecimiento de combustible a los buques. La mayoría de las veces que se producen vertidos al mar se deben por una mala práctica tanto de la barcaza o camión cisterna, como del barco que lleva a cabo la operación.
De hecho, las causas más frecuentes de estos derrames son: la falta de preparación y control de las válvulas y tuberías de los tanques designados por parte del personal del buque, el fallo del equipo por falta de mantenimiento; la falta de familiarización de las tripulaciones con el proceso de llenado, trasvase y vaciado de los tanques de almacenamiento de combustible; el exceso de presión durante el suministro, superando los valores previamente acordados entre barco y barcaza o el exceso de confianza y distracciones injustificadas de las tripulaciones y la fatiga por exceso de horas de trabajo.
Vemos una y otra vez numerosos artículos de los P&I Clubs relacionados con incidentes de esta naturaleza, y una enorme cantidad de artículos técnicos que explican y exponen la necesidad de un plan de precarga por escrito, vigilancia y deberes del personal, entrenamiento para la tripulación del búnker, búnkeres plan condiciones de llegada, precauciones antes del comienzo del bunker, precauciones durante el bunkering, medidas de seguridad después del bunkering, etc.
Pero, el verdadero problema de todo esto, no es ni más ni menos que la degradación del medio ambiente y el gran problema que traemos al medio ambiente, que no acaba por concienciarnos a todos. Todos somos responsables, nadie es inocente.
A veces nos parece que el problema no es nuestro, que el culpable siempre es alguien lejano, que está a bordo de un barco y que es negligente, pero no, esa no debe ser nuestra visión; todos y cada uno de nosotros. y especialmente a las personas que componemos el mundo marítimo, desde armadores, fletadores, tripulaciones, autoridades portuarias y gobiernos contratantes de convenios internacionales, pero también de quienes se sientan en una mesa de despacho, alejados del buque y que ocupan puestos importantes en seguros, empresas y sociedades de clasificación.
La conservación de la naturaleza y su legado a las generaciones futuras es nuestro problema y responsabilidad. Nadie debería creer que la degradación de la naturaleza no es su responsabilidad. ¡¡Porque sí que lo es !!
¿Es que la tecnología no puede ayudarnos a evitar episodios de contaminación del mar por vertidos de petróleo?
Bueno, claro que puede. Pero, parece que a veces somos ciegos y tontos y no hacemos ver a la gente y decimos cómo podríamos mejorar para evitar la contaminación del mar. Este es el objetivo de este escrito y me pregunto lo siguiente:
Todos sabemos que el convenio MARPOL regula los niveles de carga líquida en los tanques de carga de los petroleros y quimiqueros con alarmas sonoras y luminosas cuando se superan los niveles altos y de sobrellenado (95% y 98%). Sin embargo el convenio MARPOL no requiere nada para el control de los tanques de almacenamiento durante las operaciones de combustible. Todo se limita a que los tripulantes sepan qué tanque de almacenamiento o qué válvula abrir o cerrar y, en ocasiones, cometen errores irreparables que provocan desbordes de tanques y derrames de hidrocarburos al mar, a veces por error humano y otras veces provocado por la fatiga del trabajo.
Ni que decir tiene, los costes que esto implica para las aseguradoras de buques, pero lo más importante es el daño irreparable que muchas veces hacemos al medio ambiente.
La pregunta es muy simple, ¿por qué no hacemos obligatorio por MARPOL, para todos los buques, sin exclusión de tonelaje, que los tanques de almacenamiento de combustible, así como los petroleros y quimiqueros tienen para los tanques de carga, tengan instalado un dispositivo de alto nivel y parada automática del suministro de búnker?.