La Guardia Civil ha intervenido en la localidad vizcaína de Bermeo un total de 30 kilos de percebes tras su extracción ilegal en el Cabo de Matxitxako. Tres mariscadores furtivos han sido identificados y los productos han sido donados a una residencia de personas mayores.
La operación se desarrolló durante un servicio de vigilancia de costas y prevención del furtivismo, en el que se observó que tres individuos estaban cavando percebes sobre las rocas, con unas bistronzas. Después, introducían los crustáceos en dos mochilas.
Los percebes se encuentran en época de veda desde el 1 de mayo hasta el 1 de octubre, en función de los Decretos vigentes en esta materia, por lo que los agentes decidieron identificar a los mariscadores furtivos. Para ello, esperaron a que regresaran de la mar. Los agentes identificaron en el aparcamiento del mirador del Cabo de Matxitxako al primero de ellos, que, al comprobar que iba a ser preguntado por la Guardia Civil, alertó a sus compañeros y emprendió la huida.
Tras «una intensa persecución», la patrulla logró identificar a los tres individuos e incautar las dos mochilas que portaban, así como el material empleado para la extracción. Entre las dos mochilas, se localizaron 30 kilogramos de percebes.
Los tres furtivos están siendo investigados por un posible delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, penado en el artículo 335.2 del Código Penal. Los 30 kilogramos de percebes fueron entregados a la Cruz Roja de Bermeo, que posteriormente la donó a la residencia de personas mayores Sancti Spiritus Zaharren Udal Egoitza de esta misma localidad.