Vigo, primer puerto del norte español en recuperar el tráfico de cruceros

El Seadream I compartirá muelle con el Azzam, el megayate privado más largo del mundo, que está finalizando sus reparaciones

Con la escala de este sábado, día 21 de agosto, del crucero de lujo Seadream I, Vigo se convierte en el primer puerto del norte español en recuperar el tráfico de cruceros. Tras casi un año y medio desde la última visita del Oceana, el pasado11 de marzo de 2020, el Muelle de Trasatlánticos acog de nuevo a pasajeros internacionales.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña, quiso recibir personalmente al crucero y, en este sentido, participó en una breve ceremonia de intercambio de metopas a pie de muelle con el capitán del buquepara celebrar que era el primer crucero que arribaba al puerto tras la pandemia.

El Seadream I cuenta con 105 metros de eslora y una capacidad máxima de 110 pasajeros

Además de la metopa conmemorativa de esta escala tan especial, el máximo responsable portuario les hizo entrega de un catálogo, edición limitada, de la obra de Laxeiro. Por otra parte, y con el objetivo de conmemorar la reanudación de un tráfico tan relevante para la ciudad, la Autoridad Portuaria olívica organizó, además, una bienvenida especial, con la participación de un grupo de música y danza tradicional gallega.

El Seadream I cuenta con 105 metros de eslora y una capacidad máxima de 110 pasajeros, y ya ha visitado el Puerto de Vigo en otras ocasiones (las dos últimas en 2019). Llegó a las 8h desde el puerto francés de Bordeaux (Burdeos) y partirásobre las 16h con destino a Cádiz, dentro de un itinerario con origen en Oslo y que terminará en el puerto italiano de Civitavecchia, en Italia, el próximo 28 de agosto. A bordo viajan pasajeros principalmente de nacionalidad noruega, aunque también hay mexicanos, británicos y de otras nacionalidades.

En su escala en Vigo, el Seadream I contará con un aforo inferior al 30% de su capacidad, y se aplicarán todas las medidas determinadas por la normativa sanitaria en vigor. Además, la Autoridad Portuaria cuenta con un protocolo específico para escalas de cruceros que recoge procedimientos diseñados para promover medidas activas de distanciamiento y de prevención frente al Covid tanto en el interior de las terminales como en los espacios exteriores de control de acceso, área restringida y zonas de tránsito de pasajeros bajo su gestión. Adicionalmente, y siguiendo la normativa, se ha habilitado un espacio para Sanidad Exterior dispuesto para inspecciones sanitarias secundarias o para la gestión de cualquier posible incidente que así lo requiriese.

Triple escala en pleno centro

El Seadream I compartirá muelle con el Azzam, el megayate privado más largo del mundo, que está finalizando sus reparaciones en Vigo; y con otro crucero, el World Explorer, el primer buque de expedición polar construido en Portugal, propiedad de la compañía portuguesa Mystic Cruises, que se encuentra desde hace varias semanas en Vigo en una parada técnica, y que tiene previsto reanudar su actividad a partir de octubre con itinerarios por la Antártida.

Con esta escala, Vigo se incorpora al grupo de puertos españoles que, de forma gradual, han ido recuperando el tráfico de pasajeros desde que, el pasado mes de mayo, el gobierno español levantara la prohibición a los itinerarios internacionales, fruto de la exitosa experiencia previa de los puertos canarios en cruceros con itinerarios exclusivamente nacionales, a los que se fueron incorporando otros puertos del Mediterráneo y del sur de España durante los meses de verano.

El fin de la prohibición vino acompañado por una serie de medidas promulgadas desde el Ministerio de Sanidad que incluyen estrictos protocolos sanitarios por parte de las navieras, con medidas como una reducción considerable de los aforos máximos a bordo, vacunación y/o test PCR antes del embarque y repetición de PCR o test de antígenos durante el itinerario, excursiones en grupos reducidos, con la posibilidad de hacerlas en modo “burbuja”, evitando el contacto con la población local para reducir el riesgo de contagio, horarios diferentes de comida, embarque y desembarque, etc. Un protocolo exigente, en línea con las directrices europeas que han seguido muchos países como base para establecer su normativa.

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