El Puerto Tarragona ha instalado un innovador bolardo soterrado para mejorar el atraque de barcos en el muelle de Cantabria. Esta novedad responde a la necesidad de mejorar el amarre con un nuevo sistema en la zona de la rampa Ro-Ro que utilizan los FastFerry que conecta semanalmente el Puerto de Tarragona con Turquía, pero también se podrá utilizar para Car-Carriers que lo requieran.
La instalación de un bolardo enterrado tiene como objetivo poder compatibilizar el espacio del muelle con otras operativas cuando no haya el barco Ro-Ro atracado. Esta solución ideada por los técnicos en infraestructuras del Puerto de Tarragona permite que la cubierta del bolardo se levante cada vez que sea necesaria su utilización por la empresa terminalista encargada de las operativas Ro-Ro en el muelle de Cantabria, y que sea invisible cuando éste no sea necesario.
Esta iniciativa forma parte del servicio orientado al cliente que el Puerto de Tarragona ofrece el fin de atraer nuevos tráficos en sus muelles. La directora de Desarrollo y Negocio del Puerto Tarragona, Genoveva Climent, ha querido destacar que: «El bolardo es un ejemplo tangible del servicio a medida y de proximidad que damos en el puerto, en este caso, para mejorar la eficacia y la seguridad de las operativas «.
Un servicio ferroviario regular con excelentes conexiones
La instalación del bolardo ha sido una solución implantada a raíz de la entrada del servicio regular entre Tarragona y Izmir. Un servicio que en pocos meses se ha consolidado e, incluso, ha ampliado su radio de acción. Recientemente, el Puerto Tarragona ha extendido la ruta Ro-Ro con Turquía hasta el centro de la península en tren.
Se trata de un hito importante para el Puerto de Tarragona, ya que consigue así el primer servicio ferroviario regular de contenedores desde sus instalaciones. Una operativa semanal que une la terminal intermodal de La Boella, situada en el puerto de Tarragona, hasta el Puerto Seco de Azuqueca de Henares (Madrid).
El tiempo en el movimiento de las mercancías desde que se descargan en el puerto de Tarragona por vía marítima gracias a las rampas Ro-Ro, hasta que llegan a Madrid por vía férrea es muy competitivo, realizando todo el proceso en un total aproximado de 12h.