El puerto de Amberes, uno de los cinco más importantes de Europa en cuanto al movimiento de mercancías, ha visto aumentado el número de conexiones ferroviarias con el interior europeo, de forma significativa. En los últimos ocho meses, de acuerdo a cifras de la terminal belga, han sido más de una treintena los enlaces que han comenzado a operar.
Así, la propia Autoridad Marítima de Amberes ha cifrado en 36 los nuevos viajes semanales de ida y vuelta que el tren realiza, a través de diferentes enlaces con Centroeuropa.
Los ferrocarriles conectan el puerto con las ciudades alemanas de Múnich, Nuremberg, Augsburg, Neuss, Duisburgo, Ludwigshafen-Mannheim, Burghausen y Regensburg; con Wolfurt y Viena, en Austria; con las localidades polacas de Oder, Poznan, Kutno, Brzeg Dolny, Gliwice, Kolbuszowa; con Bayona y Busto, en Italia; y con Barcelona.
El Puerto de Amberes, en Bélgica, es un puerto situado en el corazón de Europa y rompió su récord de tráfico anual en 2020 al manipular 12 millones de TEUs por primera vez, a pesar de los efectos de la pandemia COVID-19.