El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña, quiso rendir un sentido e íntimo homenaje a uno de los emblemas del Puerto Pesquero del Berbés, con motivo de la festividad del Día del Carmen, patrona de los marineros, que tendrá lugar mañana viernes, día 16 de julio.
Tras realizar una ofrenda floral a la virgen, que lleva toda la semana presidiendola sede de la Autoridad Portuaria de Vigo en la Plaza de la Estrella, Vázquez Almuiña tuvo unas palabras de agradecimiento para todos los miembros de la Comunidad Portuaria y los propios trabajadores de la Autoridad Portuaria, especialmente la Policía Portuaria, por la labor desempeñada desde el inicio de la pandemia para garantizar el buen funcionamiento de una infraestructura clave en el abastecimiento de la población.
En este contexto, recordó que la Policía Portuaria está llevando a cabo una labor encomiable en lo que respecta a la seguridad del Puerto de Vigo y que, desde el fin de semana pasado, se ha sumado a la solicitud de las autoridades sanitarias para tratar de evitar cualquier tipo de concentración de personas en las zonas de su competencia, como consecuencia de la evolución de la pandemia. Según informó, la Autoridad Portuaria de Vigo seguirá actuando en este sentido, prohibiendo el acceso a la Plaza de la Estrella y a los jardines de Las Avenidas en horario de 00.00 a 06.00h. de jueves a domingo.
Vázquez Almuiña aprovechó, además, para pedir a la población que no se relaje y que siga cumpliendo con todas las medidas marcadas por las autoridades sanitarias, como el uso de las mascarillas y el distanciamiento social y, al mismo tiempo, ha hecho especial hincapié sobre la importancia de acudir a los cribados poblacionales, especialmente en el caso de los más jóvenes, a la espera de ser vacunados.
Toda una vida en el Berbés
Durante el acto, el máximo responsable portuario estuvo acompañado por miembros del Comité de Empresa; de la Asociación Cultural y Deportiva del Puerto de Vigo; por la directora del centro Stella Maris en Vigo, María ElviraLarriba; por el director-gerente de Frigoríficos de Vigo, Darío Iglesias; miembros del personal directivo, responsables del Puerto Pesquero, trabajadores de la Autoridad Portuaria; y por María Díaz García, conocida popularmente como“Marujita”, a la que el presidente quiso rendir un sentido homenaje.
Según destacó Vázquez Almuiña, el desarrollo de la pesca no puede entenderse sin hablar del trabajo realizado por las mujeres que, desde épocas remotas, han sido mariscadoras, han realizado tareas imprescindibles y complementarias a las capturas marinas que hacían sus maridos, han reparado redes, han descargadoembarcaciones para transportar hasta tierra las capturas en cestos sobre la cabeza, han vendido pescado, han trabajado en las fábricas de salazón y conserva de pie durante interminables jornadas, donde constituían la mayoría de la plantilla de trabajadores, fruto de una enorme “voluntad y sacrificio” para aportar un complemento a la economía familiar.
Muchas de estas mujeres -recordó- han estado presentes en el puerto pesquero del Berbés, donde formaron parte de la colla, seleccionaron y estibaron el pescado, lo transportaron y también lo comercializaron. Incluso trabajaron en su secado y en el aprovechamiento de su grasa. “Sus historias de vida pueden ser significativas de la inmensa aportación de la mujer al progreso de la pesca en Vigo”, enfatizó.
En este contexto, explicó que María Díaz García, más conocida como “Marujita”, fue cobradora del hielo de Frigoríficos de Vigo durante más de 50 años en el puerto pesquero, y en él sigue pasando la mayor parte del día. “Una mujer conocida y querida por todos” y que, desde el año 2005, tiene una calle con su nombre en el interior del Berbés.
Hija de Antonio Díaz Álvarez, conserje en la antigua lonja del puerto, Marujitaaún era una niña cuando algunos días recorría la ribera de la mano de su padre.Para llevar un dinero adicional a casa, se encargaba también de repartir los vales y facturas de la fábrica de hielo Frigoríficos de Vigo. Nació en Vigo el 24 de octubre de 1937. Su padre y ella llevaban el control diario de los vales del hielo y cobraban las facturas mensualmente. Cuando él se jubiló, ella ocupó su puesto.