La Base Naval de Gibraltar ha recibido, este jueves, a otro buque de la Royal Navy. Se trata del HMS Lancaster, apodado «la fragata de la reina» que realiza una visita de rutina programada.
El buque, con base en Portsmouth, junto con el HMS Dragon y el HMS Argyll, ha participado en el Ejercicio Escudo Formidable, que pone a prueba la capacidad de los buques de guerra de la OTAN para detectar, monitorizar y neutralizar misiles lanzados contra ellos: desde armas a ras de agua que se desplazan a dos veces la velocidad del sonido justo por encima de la línea de flotación hasta misiles balísticos. Además de participar en el ejercicio, los tres buques de la Royal Navy también lograron llevar a cabo un ejercicio de navegación, demostrando así su capacidad para operar a escasa distancia entre sí al tiempo que realizaban misiones aéreas con un helicóptero Wildcat.
La fragata de Tipo 23, denominada en honor al Duque de Lancaster — título que actualmente ostenta Su Majestad la Reina, por lo que el barco queda estrechamente asociado a su persona — también ha sido objeto de una importante renovación en fechas recientes.
Este buque de la Armada británica coincide en la base naval gibraltareña con uno de los barcos insignia de la Royal Navy, el portaaeronaves «Príncipe de Gales» que llegó a principios de semana, a la Bahía de Algeciras, donde va a permanecer hasta el próximo fin de semana.