El patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Tarifa, Manuel Suárez, ha vuelto a reclamar una mayor asignación de cuota de pesca, ante los problemas a los que tiene que hacer frente la flota tarifeña, afectada en los últimos años, por la proliferación del alga asiática. Suárez insiste en la necesidad de que la Administración realice un informe sobre las capturas, para poder incrementar la cuota de pesca porque no se llegan a cubrir los gastos.
El patrón mayor tarifeño añade que, el sueldo de un pescador en la zona se encuentra por debajo del ingreso mínimo vital. A todo esto, el sector en el área del estrecho se está viendo afectado por un problema como el alga, lo que llevó a la Junta a conceder unas ayudas a los armadores y pescadores afectados, que el patrón mayor ha asegurado que no han servido para nada. Manuel Suárez insiste en que lo que quieren es pescar, porque hay mucho que pescar, pero no les dejan al no contar con las cuotas necesarias.
Encuentro con dirigentes del PP
La diputada nacional del PP de Cádiz, Mª José García Pelayo, ha reclamado al Ministerio de Agricultura y Pesca que reconozca la Zona del Estrecho como caladero de pesca específico, como única fórmula para que se pueda garantizar la sostenibilidad del caldero a la vez que atender y dar soluciones específicas a la problemática del sector pesquero.
Tras un encuentro con representantes de la Cofradía de Pescadores tarifeña, García Pelayo ha reivindicado un compromiso claro del Gobierno con los pescadores de Tarifa, que carecen de otra alternativa laboral y que desde hace años lo está pasando muy mal debido a la cada vez más escasa actividad y rentabilidad de la pesca.
El PP de Cádiz pone de manifiesto que la actividad pesquera en la zona está básicamente limitada a las capturas de atún, una especie depredadora que ha provocado que el voraz se haya ido desplazando hacia otras zonas y escasee en este caladero.
A ello se une los efectos del alga asiática invasora que dificulta seriamente la pesca y provoca importantes daños en el material, a lo que se suma la competencia desleal de Marruecos que faena al margen de las normativas impuestas por la Ley Europea en relación a los horarios, tallas de las capturas, o artes.