El Consejo de Administración del Puerto de Alicante ha aprobado, esta mañana, las cuentas anuales del puerto, correspondientes a 2020. A pesar la reducción de ingresos, por la bajada del tráfico y las reducciones en las tasas de ocupación y actividad, la estrategia de reducción de gastos permite cerrar 2020 en positivo.
La crisis originada por la pandemia, a partir de marzo de 2020, ha motivado que la cifra de negocio descendiera, en un porcentaje muy similar al PIB español, un 11,5 % inferior. El sector portuario consideró imprescindible establecer medidas de apoyo a sus clientes, lo que se tradujo en la publicación de medidas adoptadas por el Gobierno de España, con importantes reducciones en las tasas de ocupación y de actividad, lo que se tradujo, lógicamente, en una disminución de ingresos en la APA, pero han sido muy convenientes para compensar la reducción de la actividad económica de las empresas concesionarias o autorizadas.
La disminución del tráfico de mercancías ha sido menor, manifestándose principalmente en el de cabotaje con Canarias, por la disminución del turismo. El tráfico de graneles sólidos, que supone un 52% del tráfico del puerto, ha descendido un 3 por ciento, con un cambio en su composición, reduciendo hasta niveles mínimos el de clinker, tomando mayor protagonismo los áridos y aumentando la importación de escorias.
Ante la reducción de ingresos originada por la crisis, el puerto incrementó, en 2020, los esfuerzos por reducir gastos, siendo especialmente destacable la reducción de un 15% en los suministros y consumos, tanto en energía, como en el uso de agua reutilizada para el riego de jardines.
Gracias a la contención y la reducción del gasto, la Autoridad Portuaria ha conseguido obtener un resultado positivo, de 283 mil euros, y mantener su posición financiera sin endeudamiento.