La provincia de Cádiz es una de las zonas de mayor riesgo de maremoto del país por lo que se podrían producir olas de hasta 8 metros y tardarían en llegar a la playa 55 minutos, desde que se produjese el seísmo. Así lo refleja el Plan Estatal de Protección Civil ante riesgos de maremotos que ha elaborado el Gobierno de España. Un documento que establece los mecanismos de alarma y que define cómo deben actuar los ciudadanos y las autoridades para estar preparados ante una catástrofe de este tipo.
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha dado los detalles de esta estrategia, que señala que las diferentes autoridades tendrán que hacer simulacros, y fija cómo se coordinarán el Instituto Geográfico Nacional y protección civil, para dar respuesta a ese posible tsunami para evacuar lo antes posible a la ciudadanía.
El ministerio ha creado un sistema de alerta temprana que avisa a Protección Civil y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de las Administraciones regionales y locales. El SINAM está formado por la red sísmica nacional, la red de mareógrafos y profesionales de multitud de campos para lograr detectar, con entre 30 y 60 minutos el temblor, el tamaño de la ola y cuándo llegará a tierra.
Es un protocolo inédito en España, que se hace vital en una región como Andalucía, al tratarse de un territorio con litoral desde un extremo a otro. De hecho, el nuevo plan sólo se aplicará en aquellas comunidades autónomas costeras, como Andalucía, Islas Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, Murcia, Ceuta y Melilla.
El ministro del Interior ha señalado que “no se trata de alarmar sino de concienciar y subrayar la importancia de la autoprotección del ciudadano”, por eso junto a este plan se va a desarrollar una campaña de sensibilización.
Si se produjese un maremoto, el sistema garantiza una alerta temprana que activará los planes de la Junta y los ayuntamientos para atender la emergencia. No obstante, lo primero será buscar una altura considerable y si no se puede, iniciar una huida horizontal para tratar de adentrarse lo máximo posible en terreno de interior, alejados de la costa.