Un total de 615 embarcaciones de pesca de Andalucía con cerca de 3.000 tripulantes van a secundar este viernes el paro convocado por el sector contra el plan de gestión de demersales de la UE que se encuentra en vigor desde el pasado año y que «está acabando poco a poco con la flota de arrastre» ante las restricciones que contempla «en días de trabajo, vedas espacio temporales excesivas, segmentación de la flota por eslora y capturas», entre otros aspectos.
La Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape) ha trasladado que a la protesta del sector pesquero del Mediterráneo, que detendrá su actividad durante toda la jornada, se unen 14 lonjas del litoral andaluz que permanecerán cerradas así como las flotas de arrastre del Puerto de Santa María, Punta Umbría y Sanlúcar de Barrameda, en el Golfo de Cádiz.
La entidad se ha mostrado en contra no solo del plan de gestión sino también de la actuación del comisario europeo de Pesca, Virginijus Sinkevicius, al que consideran «la mayor amenaza actual para el futuro de los pescadores» y al que piden su «dimisión».
El sector andaluz ha asegurado que la actividad «se está reduciendo» y su consecuencia directa es la «pérdida de puestos de trabajo, el cierre de empresas pesqueras y auxiliares y la repercusión en la comercialización de las capturas de otras modalidades de pesca» mientras que en otros países como Francia e Italia, que también están obligados a cumplir este reglamento, «las horas de trabajo para la modalidad de arrastre es mayor» que en España, con entre 15 y 18 horas de faena frente a las 12 horas del Mediterráneo español.
«Pedimos al Gobierno de España que actúe ya para impedir que se vaya al garete una de las modalidades de pesca más sostenibles», han reclamado también desde la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores ante la situación del sector que, en el caso de Andalucía, cuenta con 92 embarcaciones de pesca de arrastre, 71 embarcaciones de cerco, 421 de artes menores, nueve de palangre de fondo y otras 22 de palangre en superficie.
Desde las asociaciones se ha criticado que se trate al pescador «como a un delincuente» cuando la modalidad de arrastre es una pesca de bajura «sostenible desde el punto de vista social, económico y medioambiental, siendo uno de los motores vitales de la economía en la costa del Mediterráneo andaluz».
Así, han defendido que las embarcaciones precisan de un mínimo de 190 días de actividad anual para obtener un umbral de rentabilidad, en los que puedan realizar pesca costera como de profundidad, «diferencia artificial que debe eliminarse por que el arrastre es multiespecífico y esta diferenciación no se corresponde con la realidad».
Los representantes del sector pesquero tienen previsto concentrarse en las sedes de sus correspondientes recintos portuarios para la lectura de un manifiesto y trasladar su malestar con la norma en cada uno de los puertos andaluces.