Una investigación llevada a cabo por la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo ha concluido la necesidad de racionalizar y rebajar las tasas portuarias, con el fin de mejorar la competitividad de las empresas que operan en los puertos y que son claves para el desarrollo de la actividad económica a la que el sector portuario sirve.
Cabe recordar que en septiembre de 2019 ANESCO suscribió un convenio de colaboración con la Fundación Agustín de Betancourt, entidad gestora delegada de la Universidad Politécnica de Madrid, para llevar a cabo el trabajo de investigación “Análisis del sistema de tasas portuarias y su implicación en la competitividad de las terminales portuarias españolas”.
En virtud de este acuerdo, un equipo de investigadores dirigido por el profesor titular del Departamento de Ingeniería del Transporte, Territorio y Urbanismo de la Universidad Politécnica de Madrid, Alberto Camarero Orive, ha estado analizando, con las cifras previas a la pandemia, la presión fiscal sobre las empresas estibadoras en España y, en particular, en relación a la tasa de ocupación del dominio público portuario.
Modelo de financiación del sistema portuario español
Así, el estudio hace un repaso de los diferentes modelos de gobernanza existentes en Europa antes de centrarse en el análisis pormenorizado del sistema portuario español y su modelo de financiación cuya principal fuente de ingresos son las diferentes tasas portuarias.
Tenemos un sistema portuario de titularidad estatal competitivo y con un gran resultado de explotación, con valores muy superiores a empresas puramente privadas
Tras analizar cada una de ellas, esto es, la tasa de ocupación; la tasa de actividad; la tasa de utilización (que a su vez se divide en otras 6 tasas) y la tasa de ayudas a la navegación, la investigación señala que el valor de dichas tasas genera alrededor del 90% de los ingresos netos del sistema portuario español y de las distintas Autoridades Portuarias.
Asimismo, los investigadores analizan el EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) para concluir que el análisis de éste sobre la cifra de negocio de nuestro sistema portuario obtiene un valor del 62,78%, valor muy elevado y que muestra la solidez del sistema portuario. De hecho, una comparación con otros sectores da valores inferiores a los obtenidos por el sistema portuario de titularidad estatal como, por ejemplo, el sector bancario en donde se obtienen valores superiores al 50%; las empresas de telefonía que obtienen valores en torno al 30%; las empresas energéticas del orden del 10% y las empresas des sector de la construcción y servicios valores que varían entre el 7 y el 26%.
Ya centrándose en el sector portuario y analizando el EBITDA respecto de la cifra de negocio de algunas terminales de contenedores del sistema portuario de titularidad estatal, éstas obtienen valores que varían desde el 7% hasta el 32%, valores muy inferiores al obtenido por el sistema portuario.
De ahí que la investigación concluya que tenemos un sistema portuario de titularidad estatal competitivo y con un gran resultado de explotación, con valores muy superiores a empresas puramente privadas. Un hecho que justificaría que el aumento de la competitividad del sector portuario pasara por una racionalización y rebaja de las tasas portuarias, en aras de mejorar la competitividad de las empresas que operan en el puerto y que son claves para el desarrollo de la actividad económica a la que el sector portuario sirve.
Demandas de ANESCO
Por último, cabe señalar que ANESCO apela desde hace años a una adecuada política de tasas portuarias con el objetivo de mejorar la competitividad del sector. Precisamente, esta ha sido una de las propuestas de mejora que la Asociación de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo, ANESCO, presentó ante el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana al Anteproyecto de Ley para la modificación del Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. A saber, una mayor proporcionalidad y equivalencia entre las tasas repercutidas a los operadores portuarios y sus costes asociados, destinando los excedentes sobre los objetivos de rentabilidad de las Autoridades Portuarias a reducir tales tasas, y una mayor competitividad de las tasas portuarias para poder competir en igualdad de condiciones con otros países.