El Puerto de Málaga avanza en la preparación para reanudar el turismo de cruceros en la capital, tras la aprobación de un protocolo sanitario por parte del Gobierno regional que permitirá los itinerarios nacionales con escalas en Andalucía.
De este modo, el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, junto a la gerente de Suncruise Andalucía, Esther Molina, ha mantenido la primera de las reuniones que se llevarán a cabo con el delegado de Salud y Familias, Carlos Bautista y la delegada Turismo, Nuria Rodríguez, con los cuales se está estableciendo una excelente colaboración institucional que garantizará el restablecimiento de las operativas de crucero en un entorno seguro para los viajeros y los ciudadanos del destino que visitan.
Este encuentro se suma al trabajo que la Autoridad Portuaria y Málagaport están llevando a cabo durante las últimas semanas con las compañías navieras, con el objetivo de comenzar a recibir escalas con itinerarios nacionales a partir del mes de junio, a la espera de reanudar en el futuro las escalas con itinerarios internacionales.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN APROBADO POR LA JUNTA. Este nuevo marco de actuación determina la forma en la que la tripulación y los cruceristas realizan las escalas, así como los requisitos para garantizar la seguridad sanitaria de dichas escalas y el desarrollo de la vida en el barco.
Según lo determinado por este nuevo marco, la tripulación de los barcos deberá contar con tres pruebas PCR negativas de forma previa al embarque, además de realizar un periodo de aislamiento preventivo. La primera prueba PCR se realizará al salir de su domicilio, una segunda prueba en el transporte que le lleve a la ubicación del barco, y una tercera prueba antes de embarcar.
En cuanto a los cruceristas, estos deberán contar con una PCR negativa para poder
embarcar. Una vez en el barco, se les ofrecerá una charla sobre las medidas de prevención y se les informará sobre los protocolos que deben cumplir a bordo.
Asimismo, los barcos contarán con laboratorios habilitados que permitirán realizar pruebas a los miembros de la tripulación, así como pruebas aleatorias a los propios cruceristas.
Por otra parte, el aforo deberá reducirse al 60-70 por ciento de la capacidad total de los barcos, reservando de esta forma varios camarotes para la puesta en marcha de
aislamientos preventivos en caso de que fueran necesarios, bien por un contagio, bien por un contacto directo con un contagiado.
Además, el servicio de buffet estará inactivo. De esta forma, las comidas se servirán directamente en mesa. En cuanto a las escalas, se podrán realizar excursiones controladas gracias a la distribución en “grupos burbuja”.
Finalmente, todos los cruceristas contarán con una póliza de seguro médico que garantiza la hospitalización en escala gracias al concierto con los hospitales de las ciudades en las que se realiza la escala, así como alojamiento incluido en caso de ser preciso realizar un aislamiento preventivo.