«Ese día fue terrorífico, yo tenía tres años y recuerdo que todas las ventanas cayeron y la casa tembló, nos fuimos a una Villa que tenía mi abuela en Campamento, porque no hubo un cristal intacto en Gibraltar». Así recuerda el historiador gibraltareño, Tito Vallejo, el incidente ocurrido hace 70 años en Gibraltar, cuando una explosión provocó trece muertos y numerosos heridos de los que más de 50 fueron hospitalizados, después de que el buque de armamento naval, Bedenham, de 1.192 toneladas, cargado con 500 toneladas de cargas de profundidad y proyectiles de alto explosivo se convirtió en una gran bola de fuego en Gun Wharf. Fue el el 27 de abril de 1951.
Entre los fallecidos se encuentran Julius Abudarham, Bartolome Delgado Marín, Laureano Escriba Rodríguez, Sub oficial George Henderson, Brigada de Bomberos del Astillero, El Jefe de Bomberos Albert Indoe, Brigada de Bomberos del Astillero, John Lane, Francisco Martín Amador, Juan Moreno Serrano, Joseph Moss, Carlos Muiño Postigo, Leopoldo Pérez, Florencio Ruiz y Joseph Zammit. Varios Bomberos resultaron heridos ese día; El bombero-mecánico Alfred McGrail (City Fire Brigade) al que le amputaron el brazo izquierdo, el bombero Benny Ryan, sufrió laceraciones, los bomberos Alfred Ochello, tuvieron las dos piernas rotas, Austin Wilding, laceraciones y Albert Castro, laceraciones y hematomas. Se estimó que los daños a la propiedad superaron las 300.000 libras esterlinas (aproximadamente 6.000.000 millones de libras esterlinas) en la actualidad.
«Hubo muchos heridos y la gente corría», recuerda Vallejo quien narra que «los que tenían familia en el arsenal cruzaban la verja para entenrarse de lo ocurrido, pero la frontera se cerró y sólo dejaban pasar a médicos y personas que pudiesen ayudar, ya que había heridos por todas partes». «El pánico era total, porque los incidentes fueron numerosos y murieron ingleses, gibraltareños y españoles por lo que creo que, al margen de los bombardeos de la guerra, ha sido el peor suceso ocurrido en Gibraltar», apostilla el historiador.
El Bedenham había llegado del Reino Unido el 24 de abril y estaba programado para navegar a Malta el 1 de mayo con el resto de su carga. Ninguno de sus tripulantes resultó herido por la explosión. Según testigos presenciales, las municiones estaban siendo pasadas desde el Bedenham a una barcaza (recipiente de almacenamiento) pegada a su costado. Una pequeña explosión en la barcaza inició un incendio.
El Cuerpo de Bomberos del arsenal estaba rápidamente presente, pero en ese momento el fuego se había extendido al Bedenham, que en cuatro minutos explotó con una fuerza tremenda. La explosión lanzó la proa del Bedenham al muelle, donde dañó una grúa. Los restos del casco se hundieron y una lluvia de chapado al rojo vivo y metrallas de proyectiles cayeron en un radio de 3 Kilómetros.
El Cuerpo de Bomberos de la Ciudad, bajo el mando del Jefe del Cuerpo, Keith Hoare y los efectivos de los Servicios Armados llegaron rápidamente en el lugar de los hechos. Dieron cobertura para atajar el fuego y también enviaron a los heridos a un ambulatorio naval existente a poca distancia del muelle. Cientos de personas fueron atendidas en hospitales por laceraciones y contusiones, el servicio telefónico se derrumbó y debido al estado de los edificios se suspendió el disparo del cañón de la tarde.
«Hay quien dice que, tras los bombardeos de la guerra, ha sido lo peor vivido en Gibraltar», añade Tito Vallejo, horas antes de que se celebre en Gibraltar, una ofrenda floral para conmemorar el 70 aniversario de la explosión.