Las playas de Baleares podrían retroceder entre siete y 50 metros al final del siglo tras aumentar el nivel del mar entre 57 y 75 centímetros, según el último Informe Mar Balear, que confirma que la subida del nivel del mar en el Mediterráneo occidental se ha acelerado los últimos años, aumentando 1,32 mm al año, en los últimos 134 años (con un incremento acumulado de 17,7 cm durante este período). Los últimos 39 años el aumento ha sido de 3,00 mm al año y los 26 últimos de 3,29 mm al año, coherente con una aceleración del ritmo desubida en los últimos años.
El Informe Mar Balear nace para evaluar de forma objetiva el estado ambiental del mar Balear y su evolución en el tiempo. Integra indicadores de diferentes variables fisicoquímicas y ecológicas de los principales ecosistemas marinos, así como de la dinámica poblacional de especies de interés pesquero o ecológico (algas, plantas, peces, aves y cetáceos). También aporta información sobre las playas, la calidad de las aguas de baño, los plásticos y otros tipos de contaminación, el impacto de las especies invasoras, indicadores del cambio climático y otras presiones sobre el mar y sus recursos derivadas de la actividad humana, especialmente del turismo y la pesca.
Para garantizar una base científica sólida, los principales centros de investigación de las Baleares y la Administración pública han aportado la información recopilada en este informe. El documento es público y accesible, y se actualizará regularmente para analizar la evolución de los diferentes indicadores.
El documento muestra, además, que la costa de Baleares es una de las principales áreas de acumulación de plásticos del mar Mediterráneo. Todas las redes de arrastre superficial muestrearon residuos de plástico y así, en un 66 por ciento de las zonas muestreadas se encontraron plásticos en el fondo marino (abundancias medias de 2,7 y 0,3 kg/km2). En particular, el área de la Serra de Tramuntana mostró una alta abundancia de residuos plásticos en el fondo marino (entre 30-40 kg/km2).
Por otra parte, en 2020 el 82 por ciento de los puntos de muestreo en playas de Baleares han mostrado una «calidad excelente». Sin embargo, las playas urbanas de las Islas son las que suelen mostrar una calidad más baja de las aguas de baño.
En cuanto al sector pesquero profesional de las Islas, se encuentra en recesión. Desde 1950 las embarcaciones se han reducido un 78 por ciento y la tripulación un 90 por ciento. Las capturas de pesca profesional disminuyeron entre 2002 y 2020, pasando de 3.900 a 2.400 toneladas, respectivamente.
El Informe Mar Balear resalta también que en las profundidades del mar existen decenas de especies diferentes de corales de profundidad que se encuentran desde en peligro de extinción a casi amenazadas. Entre ellas se encuentran el coral bambú, plumas de mar, el coral rojo y corales negros. Forman hábitats de gran importancia ecosistémica, ya que promueven la biodiversidad de zonas de los fondos marinos donde no llega la luz.
El primer Informe Mar Balear se publicó en marzo de 2020. En la versión de 2021 se han actualizado la mitad de los indicadores del año anterior y se incluyen cincuenta indicadores nuevos como corales de profundidad, salinidad, moluscos protegidos, desaladoras y depuradoras, entre otros.
CAMBIOS EN LA PRESIÓN HUMANA
El impacto de la COVID-19 durante el 2020 queda claramente reflejado sobre indicadores relacionados con presiones como, por ejemplo, el transporte marítimo, el ruido submarino, el uso de playas o el índice de presión humana. De este modo, el año 2020 el IPH máximo fue de 1.609.033 personas, comparable a niveles del año 2002. El valor máximo que se ha registrado ha sido de 2.071.124 personas, el año 2017.
Si se compara con el valor máximo del año 2019 (2.036.263), se ha reducido un 21 por ciento.