La empresa Navantia está ultimando los preparativos para la ceremonia de puesta a flote del submarino S-81 Issac Peral, el primer submarino de la serie S-80, en el astillero de la compañía en Cartagena. Sus Majestades los Reyes Felipe VI y doña Letizia, acompañados por la Princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta Sofía, presidirán este jueves dicho acto.
No obstante, se pondrá a flote la próxima semana, según han confirmado desde Navantia. Las labores actuales se centran en sacarlo de la grada donde se ha construido para la ceremonia.
Y es que, para ponerlo en el agua se necesitan una serie de trabajos y maniobras que «llevan un tiempo»; de ahí que hay una separación entre la ceremonia y la puesta a flote del submarino.
La finalidad del programa S-80 es tratar de proporcionar unos buques de última generación que dieran a la Armada ventaja tecnológica en un entorno impredecible y, por otro, capacitar a la industria nacional para diseñar y construir un tipo de barco que, por su complejidad técnica y tecnológica, sólo está al alcance de un reducido grupo de países: Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur, según Navantia.
Consideran que es «el mayor reto industrial y tecnológico afrontado nunca por la industria de defensa nacional». De manera paralela a la puesta a flote del S-81, Navantia trabaja ya en los demás buques del programa: en el S-82 se trabaja en la fabricación de estructuras no resistentes y el embarque de tanques en todas las secciones y comenzado premontaje de tuberías y equipos.
En el S-83 se ha terminado el casco resistente y han comenzado los trabajos de aceros: construcción de tanques, fabricación y montaje de polines y soportes.
Mientras que en el S-84 ha comenzado la elaboración de cuadernas del casco resistente. El S-82 llevará el nombre de Narciso Monturiol; el S-83 el de Cosme García y el S-84 será Mateo García de los Reyes, todos ellos pioneros de la navegación submarina.
PUESTA A FLOTE. El primer paso para su puesta a flote es mover el submarino al exterior de la NAS, a la zona conocida como antegrada. Posteriormente, es necesario mover el submarino hasta colocarlo dentro de un dique flotante.
Esta maniobra, que conlleva varias horas, termina cuando el submarino está en su posición final de puesta a flote dentro del dique flotante y los carros de botadura están fijados a la estructura del dique.
A partir de ese momento comienza la maniobra de puesta a flote, haciendo flotar el dique y realizando su movimiento hasta la fosa, el lugar de la dársena con el calado necesario para inundar el dique.
Una vez que el dique ha llegado a la fosa, comienza la inundación de sus lastres y empieza a sumergirse, comenzando el submarino a recibir agua y poco a poco a flotar por sí mismo.
En este momento es necesario realizar una serie de comprobaciones vitales para la seguridad del submarino (soplado y ventilación de los lastres o soplado de rejillas, entre otras cosas) y a continuación se continúa inundando el dique hasta que el submarino flota libremente dentro del mismo.
En este momento, con la ayuda de los prácticos, los remolcadores y empujadoras sacan el submarino del interior del dique y comienza el traslado hasta el muelle de armamento, lugar de atraque del submarino para realizar las pruebas de puerto.
El submarino carece de propulsión operativa hasta que se han realizado las pruebas de puerto sobre amarras. Con la ayuda del personal de la dotación, personal de tierra y los prácticos, se realiza el atraque del submarino en el muelle, quedando el submarino amarrado en su posición final en el muelle de armamento.
AVANCES TECNOLÓGICOS RESPECTO AL S-70. El S-80 contará con un sistema de combate integrado, un ‘cerebro’ del barco que integra a todos los sensores y las armas para una respuesta adecuada y rápida a cualquier amenaza. El núcleo del sistema de combate es un desarrollo de Navantia Sistemas.
Lockheed Martin suministra un conjunto de sensores y ha colaborado como tecnólogo en la integración de torpedos y misiles. Comprende todo el software de integración y su manejo se realiza desde siete consolas.
A los sistemas de combate y control de plataforma se suma un sistema armas que incluye torpedos pesados, minas y la capacidad de lanzar misiles tácticos, una funcionalidad única en los submarinos no nucleares de la OTAN.
Tendrá un sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP) que permitirá obtener energía eléctrica con el submarino en cualquier profundidad, lo que reducirá su necesidad de salir a cota periscópica, donde es más fácilmente detectable.
El AIP está basado en un sistema de pila de combustible donde el H2 y el O2 se combinan para producir energía y H2O. Este sistema va a permitir al S-80 permanecer mucho más tiempo en inmersión profunda, lo que mejora su discreción, principal atributo de un submarino.