La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha mantenido un encuentro con la secretaria general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Alicia Villauriz, para abordar temas de actualidad de «un sector especialmente castigado por la Covid-19, que necesita sensibilidad por parte del Gobierno de España para utilizar el margen de que dispone el Gobierno central» para apoyar a estos profesionales andaluces que «quieren seguir pescando, no ayudas».
«Desde Andalucía, la Consejería va a estar al lado del Ministerio para tomar decisiones que sean beneficiosas para nuestro sector», ha recalcado Crespo. A la reunión, celebrada en Madrid, han asistido también los presidentes de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart, y de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope), Manuel Fernández.
La responsable de Pesca en Andalucía ha reafirmado que la Junta «está trabajando codo con codo con los pescadores andaluces desde el primer día, apostando por su modernización, exprimiendo cada euro del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), agilizando y simplificando las ayudas y haciendo posibles nuevas oportunidades de negocio a través, por ejemplo, de la plataforma de comercialización online o del Decreto de Pesca-Turismo, en el que tenemos muchas esperanzas».
Crespo ha apuntado que la actividad pesquera «es una fuente de riqueza tradicional, que puede y debe ser sostenible y rentable, pero que, dada su vulnerabilidad, necesita hoy más que nunca el apoyo de las administraciones». Entre otras consecuencias, la pandemia ha supuesto un recorte de más de 66 millones de euros en la aportación de la actividad pesquera al PIB andaluz en 2020 y una subida del 7% en el paro del sector pesquero y acuícola a finales del año pasado. Además, las exportaciones de estos productos también se han visto afectadas y han disminuido en torno al 20% con respecto a 2019.
Entre otros asuntos, durante la reunión se han abordado cuestiones como la petición de la Junta de un nuevo plan de gestión para la flota de arrastre y cerco del Golfo de Cádiz «porque queremos un reparto más justo de las cuotas de sardina y boquerón que permita el consumo total» de los Totales Admisibles de Capturas (TAC). Carmen Crespo ha explicado que el sistema actual ha demostrado no ser el idóneo porque impide el aprovechamiento de las posibilidades de capturas.
PORTUGAL, ATÚN ROJO, ARRASTRE DEL MEDITERRÁNEO Y CHIRLA. Por otro lado, la consejera de Pesca ha abogado por la renovación del acuerdo con Portugal, que considera «básico para Andalucía» al obligar al cumplimiento recíproco de las vedas. De esta forma, se evitaría que, como suceden ahora, se den situaciones injustas como que los barcos lusos pesquen en la costa andaluza cuando la flota de esta comunidad autónoma está en parada biológica.
Además, Carmen Crespo ha reclamado un incremento de las cuotas de atún rojo desde las 41 toneladas actuales hasta 150 toneladas para los más de 100 barcos de la flota artesanal del Estrecho y del Mediterráneo, así como la posibilidad de aumentar los días o las horas diarias de faena para las embarcaciones de arrastre del Mediterráneo, ya que el reglamento europeo permite hasta 15 horas al día mientras que la orden del Ministerio reduce la jornada diaria a 12 horas. «Por tanto, pedimos que se aumenten las horas de pesca al día o el número de jornadas teniendo en cuenta el esfuerzo pesquero que ha hecho ya esta flota», ha aseverado.
Otra cuestión analizada durante el encuentro han sido las diferencias existentes entre la pesca de chirla en España e Italia. Al respecto, la consejera ha insistido en que es preciso «poner fin al agravio comparativo» que supone el permiso otorgado al país vecino para capturar ejemplares de 22 milímetros mientras que en las costas españolas deben alcanzar los 25 milímetros. Carmen Crespo ha apuntado que esta autorización a los barcos italianos supone un «gran perjuicio» para un centenar de embarcaciones del Golfo de Cádiz.