El hecho de que el Gobierno de Marruecos haya consultado con las navieras que operan en el Estrecho de Gibraltar su plan de flota de cara a una posible celebración de la OPE, viene a poner de manifiesto la más que posible intención del reino alauita de abrir sus fronteras próximamente, aunque ni está confirmado oficialmente, ni se han concretado fechas.
Todo dependerá de la vacunación en una y otra orilla. Mientras en Europa hay mucha confusión por la aplicación de la AstraZeneca y la falta de suministro por parte de otras compañías farmacéuticas no termina de solucionarse – lo que está provocando que no se encuentre la población inmunizada en los índices que se habían previsto para estas fechas – en territorio marroquí el ritmo es bastante mejor y allí sí se espera que, efectivamente, para verano el 70% de la ciudadanía haya recibido ya sus dosis contra la Covid-19.
En caso de ser así, parece claro que se cedería para reabrir los pasos fronterizos y recibir a los magrebíes que residen fuera de su lugar de origen, aunque con matices que también estarían por concretar. Por lo pronto, no parece que, en caso de que se celebrarse el dispositivo, sería con tantas rotaciones por parte de las compañías, que verían reducidas notablemente sus viajes, por lo que resultaría difícil que se repitiera la entrada y llegada constante de buques de los puertos implicados, como ha venido ocurriendo en las últimas ediciones, en el caso de la línea Algeciras – Tánger Med, con salidas prácticamente cada hora y media.
Precisamente ésta parece que podría ser la ruta preferida por Marruecos para llevar el peso de una posible OPE, dadas las características del nuevo puerto de la ciudad tangerina, que dispone de mayor espacio para los embarques y dar salida a los pasajeros que llegasen desde la otra orilla, evitando así aglomeraciones en la frontera y episodios de colapsos continuos, como los que se venían repitiendo, y hasta con incidentes, en el paso terrestre de Ceuta, de ahí que la intención de Marruecos, según parece, es mantenerlo cerrado, aunque tampoco haya oficialidad al respecto.
Otros asuntos a concretar en el hipotético protocolo establecido por ambas partes para poner en marcha el dispositivo OPE es conocer las exigencias que se les impondrían a los viajeros en cuanto a la presentación de pruebas covid negativas y, por supuesto, la capacidad de los buques, que se vería notablemente reducida para evitar posibles contagios a bordo.
Las próximas semanas se antojan cruciales para conocer más detalles de una posible Operación Paso del Estrecho que mantiene en jaque a dos gobiernos, decenas de empresas, cientos de trabajadores y miles (y hasta millones) de personas.