La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha apoyado un año más la campaña de capturas de corruco en el litoral andaluz. La interlocución permanente con el sector, a través de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, y el control semanal de las zonas marisqueras de Málaga y de La Línea por parte del Laboratorio de Control de Calidad de Recursos Pesqueros de Aguas del Pino ubicado en Cartaya (Huelva) para garantizar que la especie reúna todas las garantías de seguridad alimentaria, ha facilitado esta campaña que se cierra con los mejores resultados de los últimos años.
La flota marisquera de estos puertos inició en octubre la campaña de pesca del corruco, actividad que se ha desarrollado hasta marzo. De esta forma, se ha conseguido suministrar este producto a la industria conservera, concretamente la empresa Ubago, situada en La Línea de la Concepción, y encargada de su comercialización. Se trata de un molusco bivalvo, también conocido como langostillo, que solo se consume en conserva y que tiene gran arraigo en regiones como Madrid, Cataluña o el Levante.
La campaña ha finalizado con un balance positivo, la mejor de los últimos años en cuanto a capturas y precio obtenido, coincidiendo con una menor presencia de toxinas en el caladero, que son las que determinan el cierre de las zonas de producción por motivos sanitarios. En concreto, se ha capturado y comercializado un total de 1.093 toneladas de corruco con un valor comercial en primera venta de 1,04 millones de euros. La especie se ha revalorizado con respecto a campañas anteriores un 42% alcanzando los 0,95 euros en la campaña que acaba de finalizar, siendo el precio más alto alcanzado en la última década.
Las capturas se han comercializado principalmente en las lonjas de La Atunara, con un 60% del total, y en la lonja de Estepona (el 40%), y una muy pequeña cantidad al principio de la campaña en la lonja de Caleta.
La temporada de la pesca del corruco supone una actividad de gran importancia para la flota pesquera artesanal de La Atunara y Estepona, representando en el puerto gaditano el 60% de la facturación anual en primera venta, y en el puerto malagueño posicionándose el citado molusco entre las cinco especies más importantes de la actividad extractiva de su flota.
Aunque la subasta pública sigue siendo el principal sistema de venta en las lonjas andaluzas, las capturas de corruco se comercializan en su totalidad a través de contratos de aprovisionamiento con destino a la industria transformadora andaluza para la realización de conservas.
EL SECTOR. La flota marisquera dedicada a la captura de corruco en la campaña que acaba de finalizar ha estado formada por 76 embarcaciones, de las cuales 36 tienen base en La Línea, 18 en Caleta de Vélez, 17 son de Estepona, 4 de Málaga y 1 de Motril.
Se trata de una flota artesanal de pequeñas dimensiones que genera en torno a 600 puestos de trabajo directos e indirectos y que emplean rastros tradicionales especializados en la captura de corruco, alternando esta actividad con otras modalidades propias de artes menores, en función de la época del año.
El corruco vive las cercanías de la costa, enterrado en fondos arenosos o fangosos con una profundidad de agua que oscila entre los 10 y los 80 metros. Su talla habitual de captura es de 6 centímetros de diámetro, pudiendo alcanzar hasta 9 centímetros. La talla mínima de captura para asegurar su conservación es de 4,5 centímetros.