El buque quimiquero Patnos ha visitado las instalaciones de Cernaval en San Roque, en lo que ha sido su primera parada en estos astilleros. Perteneciente a la naviera alemana Harren & Partner, cuenta con un peso muerto de 16.714 toneladas, una eslora de 144,05 metros y 23 de manga, efectuando sus reparaciones en seco por primera vez.
El Patnos, que fue varado en el dique seco, cuyas dimensiones son 400 x 50 metros, se suma, de este modo, a la lista de nuevos clientes procedentes del país germano, que forman parte de una de las comunidades de armadores más grandes de Europa y el mundo.
Sólo unos días más tarde de esta llegada en el mes de febrero, el dique flotante Crislaube recibió el segundo proyecto de la naviera española Balearia ,en lo que va del nuevo año, el Rosalind Franklin, que ya, previamente, había pasado por estas instalaciones en el año 2018, aunque con su anterior denominación, la de Finnclipper.
Sus 188,30 metros de eslora y 28,70 de manga le llevan a ocupar el top 3 del ranking particular de Cernaval, en referencia a la eslora, solo por detrás del Safmarine Nakuru (210,54 metros) y el Yeoman Bank (294,96 metros).
Desde la compañía se ha valorado y se ha querido agradecer públicamente – a través de sus redes sociales – «la confianza a los responsables de Harren & Partner, por la primera varada con nosotros, y, por supuesto, a Balearia por seguir confiando en nuestro trabajo».