Era un 16 de marzo de 2017, cuando un total de 142 votos a favor del Real Decreto del Gobierno, no eran suficientes para sacar adelante las intenciones del Gobierno que presidía, Mariano Rajoy y se vivía un momento histórico en el Congreso de los Diputados, al tumbarse por primera vez un Real decreto Ley. Era el de la reforma de la estiba, que gracias a los 175 votos en contra y la abstención de 33 diputados, obligaba al Ministro de Fomento a abrir un periodo de espera para consensuar un nuevo texto que se puediese tramitar como proyecto de ley, aceptando las enmiendas de los grupos parlamentarios.
A lo largo de estos tres años, sindicatos y patronal volvieron a reunirse en numerosas ocasiones y partiendo de un documento de acuerdo inicial fueron salvando obstáculos para llegar a dar respuesta a la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, pero ni si quiera un cambio de Gobierno, ha permitido que ese acuerdo alcanzado entre las partes se haya podido cerrar y sellar
La derogación del decreto de reforma de la estiba fue histórica porque desde 1979, no se daba la circunstancia de que un Gobierno perdiese una votación de este tipo. Una situación que fue ampliamente festejada por los sindicatos, que desconvocaron los paros previstos para días posteriores, al considerar que con el rechazo al RDL, se terminaba con la amenaza existente sobre sus puestos de trabajo.
A lo largo de estos tres años, sindicatos y patronal volvieron a reunirse en numerosas ocasiones y partiendo de un documento de acuerdo inicial fueron salvando obstáculos para llegar a dar respuesta a la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, pero ni si quiera un cambio de Gobierno, ha permitido que ese acuerdo alcanzado entre las partes se haya podido cerrar y sellar de forma definitiva.
Las trabas han concitnuado y contiúan, tres años después, debido al pronunciamiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que llegó incluso a fijar multas millonarias a sindicatos y empresas, en caso de que se aplicase el texto en su totalidad. Multas que fueron posteriormente reducidas en su mayoría, pero que no acabaron de poner fin a la situación.
Ahora se espera un pronunciamiento definitivo, tras otras nuevas modificaciones realizadas al texto del V Acuerdo Marco del sector, porque la CNMC sigue sin aceptar algunos aspectos, principalmente, de forma más que de fondo, acerca del principal escollo de la negociación: la subrogación de los trabajadores y la transformación de las SAGEPs en CPEs (Centros Portuarios de Empleo).
Por todo ello, tres años después, lo que fue un día histórico se ha convertido en el día más largo de la historia de la estiba en España.