El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha informado de que este martes ha finalizado el sacrificio de los cerca de 900 terneros que se encontraban a bordo del buque Kharim Allah, atracado en Cartagena desde el pasado 25 de febrero.
El departamento dirigido por Luis Planas ha explicado que el sacrificio se ha llevado a cabo en estricto cumplimiento de la normativa comunitaria y española, tras la inspección veterinaria realizada los días 25 y 26 de febrero.
Los cadáveres de los animales se han llevado a una planta de destrucción y eliminación de residuos y subproductos animales, siguiendo el protocolo habitual.
Además, el operativo del Punto de Inspección Fronterizo que se inició la mañana del pasado sábado, 6 de marzo, tras la resolución del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid denegando la suspensión de la orden, se ha producido sin incidentes.
Tras sufrir dos meses y medio de travesía a la deriva por el Mediterráneo, hace unos días el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acordó denegar la suspensión de la orden de sacrificio de los animales solicitada por la empresa de transporte.
Los 864 animales supervivientes, de los 895 que salieron, han sido sacrificado en el muelle de Escombreras, en Cartagena. Los abogados del barco pretendieron evitarlo intentando probar que los animales estaban sanos y acusaron a las autoridades españolas de bloquear sus intentos por demostrarlo.
La inspección veterinaria oficial concluyó que el estado de los terneros, tras más de dos meses de viaje, impedía que emprendiesen un nuevo viaje para ser re-exportados y vendidos fuera de la Unión Europea.
DOS MESES Y MEDIO A LA DERIVA. El 18 de diciembre de 2020, el Kharim Allah, que transportaba 895 terneros, salió del Puerto de Cartagena con destino a Iskenderun (Turquía). A continuación, cambió el rumbo y se dirigió a Trípoli (Libia). Se sospecha que el ganado estaba infectado con la enfermedad de la lengua azul.
El Centro Nacional de Sanidad Animal de Libia se negó a aprobar la entrada del ganado enfermo, de manera que el buque partió y posteriormente solicitó permiso para atracar en Bizerta (Túnez), presumiblemente para llevar forraje para los animales, pero se le negó la entrada en cualquier puerto tunecino, con lo que se vio obligado a abandonar esas aguas territoriales.
Fue avistado en el puerto de Augusta (Sicilia, Italia) el 28 de enero. Salió de allí, luego se detuvo y quedó anclado frente a Cagliari (Cerdeña, Italia). El lunes 22 de febrero llegó a Cartagena, atracando en Escombreras el 25 de febrero.